En pleno conflicto por la mora de la Intendencia en el envío de fondos para el pago de los contratos políticos en el Concejo, los concejales de la oposición al intendente, Germán Alfaro (Cambiemos), aprovecharon una sesión extraordinaria para aprobar dos pedidos de informes a la Municipalidad.
Algunos concejales de Cambiemos defendieron a los gritos la gestión cuando se aprobaban dos proyectos para esclarecer irregularidades en plazas y para conocer si empleados municipales pegaban cartelería de un legislador que pertenece al partido de Alfaro, el Partido por la Justicia Social (PJS).
Si bien estaba previsto que se tratara la invitación del Secretario de Hacienda municipal Cristian Abel al recinto, finalmente en el orden del día se incluyeron seis temas: extender el periodo ordinario de sesiones (que finaliza el 30 de noviembre) hasta el 21 de diciembre; la colocación de un complejo semaforizado; la ampliación del recorrido de la Línea 4 para que ingrese al barrio El Salvador; solicitar a la Legislatura que sancione una ley que habilite al Municipio a redactar una Constitución Municipal y los dos pedidos de informes.
La sesión se produjo luego de que trascendiera que los concejales tienen 1.350 contratados políticos. La Intendencia anticipó que no giraría las remesas hasta que estos empleados no estén bancarizados. El presidente del cuerpo, Armando Cortalezzi (PJ), inició los trámites bancarios aunque mantiene la amenaza de denunciar en la Justicia al secretario de Hacienda si no envía los fondos.
Los pedidos de informes
El conflicto político comenzó cuando se trató un proyecto de resolución de Ricardo Bussi. Solicitaba al Secretario de Servicios Públicos municipal, Carlos Arnedo, que explique qué quiso decir cuando presentó su renuncia (luego retirada), en la que le había dicho a Alfaro que “(lo) iguala hacia abajo con personajes oscuros que no tienen currículum sino prontuario”.
El radical Agustín Romano Norri criticó el pedido: “me parece poco serio que se pida un informe sobre una nota periodística”. “Es un proyecto con dictamen de comisión que acompaña un miembro del espacio de Arnedo”, retrucó Bussi, refiriéndose al acompañamiento de Sandra Manzone.
“Esto es una emboscada política. Es una locura esta resolución, no busquemos generar sospechas contra un funcionario”, cruzó el alfarista Raúl Pellegrni. Bussi y la peronista Dolores Medina encontraron su mirada y se dijeron en voz baja: “para él (por Pellegrini) preguntar es una locura”.
El bussista Eduardo Verón Guerra pidió la palabra y comenzó a enumerar los pedidos de informes a Arnedo sin respuesta: “consultabamos por qué se habían quitado faroles de hierro fundido de la Plaza Alberdi cuando fue remodelada, que parece que los hizo la propia Lola Mora; dónde están los bancos donados por la embajada de Francia cuando se creó el Parque 9 de Julio; qué pasaba con la investigación administrativa por la estatua robada del mismo parque”, detalló.
“A lo mejor confunden las tareas de las instituciones porque tuvieron un pasado alperovichista”, lo chicaneó Bussi a Pellegrini, quien en 2011 había sido candidato en una boleta que incluía los nombres de Domingo Amaya y de José Alperovich. De inmediato mocionó que se vote el proyecto. Pellegrini demandó exasperado que le permitan una réplica. El vicepresidente primero, José María Franco (quien presidía la sesión en ese momento), ordenó votar el proyecto, aprobado por un voto. Pellegrini gritó por 10 minutos con el micrófono apagado: “no tengo pactos espurios que ocultar”, vociferó. “¡Andá a gritar a la cancha!”, gritó Bussi.
Los cruces se reiteraron cuando los concejales aprobaron un pedido de informe para esclarecer si el legislador Alfredo Toscano (PJS) realizó tareas de limpieza en espacios municipales cuando es competencia de la Intendencia y, si eran funcionarios municipales, por qué usaban pecheras con el nombre del legislador.