“Ningún piloto, por más que tenga la mejor moto va a llegar adonde llegan estos ‘animalitos’”, calificó Alejandro Ruiz Campo. El ciclista de montaña, ganador en descenso y cross country, y que también pasó por el enduro y el motocross, no es precisamente un admirador de Lorenzo, pero intenta ser lo más neutral posible. “Lástima que no sea de mi palo, porque no es carismático. Es un iceberg, pero nada le quita lo ganado”, reconoció Ruiz Campo. El también instructor de mountain bike remarca una situación, considerada clave para él, que le permitió a Lorenzo concretar el triunfo con la Ducati oficial. “Al tanque de nafta lo modificó a su gusto, se gastó más de 10.000 euros en la modificación. Por eso, cuando ganó la carrera, él tenía preparado un martillo haciendo referencia a cómo les martilló la cabeza al manager y al jefe de equipo. Parece que no le daban bolilla y cuando él logró que hagan el cambio empezaron a venir los resultados”, comentó.
El atleta recurre a las palabras de Casey Storner, ex campeón mundial en 2007 y 2011, porque coincide con el análisis del australiano, actual piloto de pruebas de Ducati. “Cuando él se retira dijo que era uno más del montón. Decía que se exigía muchísimo para obtener los tiempos que tenía sin estar entre los cinco primeros, en una moto no oficial. Cuando se pasa a Honda, automáticamente comienza a liderar la categoría. Ahí está la muestra de que un vehículo muy bien puesto, con un muy buen piloto, sí hace la diferencia”, ejemplificó. Y agregó con respecto al mountain bike: “en el caso de la bicicleta, el elemento hace la diferencia, pero no es lo primordial. Es un 70/30: el 30 del elemento y el 70 de lo físico. Si combinás bien, sale un piloto de punta.”