Los médicos hicieron todo lo que estaba a su alcance, pero no pudieron salvarlo. Pablo Ariel Rebollo, el efectivo de la Policía Federal que fue baleado ayer durante un enfrentamiento con delincuentes en la zona de La Costanera, tiene muerte cerebral.
Fuentes de la fuerza confirmaron que el último parte médico, este mediodía, declaró la muerte cerebral. Luego de que se realice la ablación, ya que Rebollo no manifestó en vida su oposición a ser donante, el cuerpo será trasladado a la morgue para que se practique la autopsia.
El cabo, de 40 años, formaba parte del equipo de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, con sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y había llegado a la provincia hace pocos días para realizar un trabajo especial.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, se refirió esta mañana al hecho en el que resultó herido. "Estamos muy preocupados por el grave estado de salud de Rebollo, quien estaba cumpliendo su labor diaria de cuidar a cada uno de los ciudadanos tucumanos", expresó mediante un comunicado.
Rebollo se encontraba junto a un compañero, el agente Damián Gallicchio, en la avenida de Circunvalación, entre las calles Cuba y Guatemala, frente a la Costanera Norte, intentando realizar un control vehicular. Estacionaron la camioneta a un costado de la autopista y Rebollo, que estaba de civil, bajó con un cono para colocarlo en el pavimento. En ese momento se acercaron dos motochorros para asaltarlo.
El policía se identificó como tal pero no le dieron tiempo a sacar el arma y le pegaron un tiro en la boca. Su compañero, que observaba la escena desde la camioneta, comenzó a hacer disparos y mató a uno de los delincuentes, mientras que el cómplice resultó herido.