Según el último censo, casi dos tercios de la población de Tucumán vive fuera de la capital provincial. Pero la oferta académica de la principal universidad pública de todo el NOA no lo refleja. Las 13 facultades de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) se encuentran en San Miguel.
En un encuentro organizado por la Fundación Tucumán Propone, los directores de la Juventud de diversos municipios manifestaron su preocupación por el “centralismo educativo”, fenómeno que describen como la concentración de la oferta académica superior en el municipio capitalino. “Esto lo que genera es que el joven termine dejando la carrera universitaria y tratando de orientarse hacia otros caminos o buscar un empleo u otra cuestión”, explicó Julio Picabea, presidente de Tucumán Propone.
Desde la UNT, el vicerrector Sergio Pagani coincide en que para los estudiantes del interior se hace más difícil cursar, pero aseguró que su institución sí brinda educación superior en diversas localidades, como Artes en Aguilares o Kinesiología en Monteros (ver “La UNT en el interior”).
Virtual
Al reconocer las dificultades que enfrentan los jóvenes del interior de la provincia al momento de cursar, sostuvo que están trabajando por utilizar la tecnología para mejorar el alcance de la oferta educativa. “Tenemos una sección que se llama UNT Virtual y estamos trabajando para implementar carreras de postgrado y de pregrado a distancia o semi presenciales”, contó. Aunque esta propuesta no contempla a las carreras de grado, Pagani dijo que eventualmente se podrían dictar algunas clases por este medio.
Las dificultades al momento de cursar una carrera para quienes vienen del interior son de diversa naturaleza (ver nota aparte). María de la Paz Madariaga, presidenta del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras es consciente de eso y opinó acerca de los diversos mecanismos de ayuda que hay para los estudiantes. Destacó la importancia de las becas que otorgan el Estado y la Universidad, pero subrayó la tarea de los estudiantes mediante ciertas reivindicaciones. Se refirió al Comedor Universitario que funciona en el Centro Prebisch, sede universitaria que incluye a cuatro facultades de la UNT. Allí los estudiantes pueden desayunar, almorzar y merendar por unos $ 50.
También destacó el hecho de que este año se aprobó un proyecto para flexibilizar el horario de cursado de aquellos alumnos que trabajen, que estén embarazadas o que tengan otras situaciones particulares como un familiar a cargo.
Por ahora, la medida no contempla a quienes tengan su domicilio fuera de la capital, pero esperan incluir ese ítem. “Eso está para el año que viene, para ir completando el proyecto”, sostuvo”.
Además, hay municipios que buscan ayudar a sus estudiantes universitarios de diversas maneras. En Famaillá, por ejemplo, los alumnos que terminen el secundario entre los cinco mejores promedio de la institución (se aplica a las 10 escuelas del municipio) reciben $ 1.000 por mes desde que empiezan a cursar en la universidad. “Generamos la sana competencia en los chicos del último año. Para motivarlos a que sigan estudiando”, comentó Oscar Ortiz, director de la Juventud de Famaillá. Explicó que para continuar recibiendo el beneficio los jóvenes deben aprobar más de la mitad de las materias por semestre y aclaró que el monto se actualizará periódicamente.