Video: el incómodo momento que tuvo que pasar el Oficial Gordillo por dejar mal estacionado su auto
No había sido una mañana fácil. A veces el despertador no puede ni con los policías. Ni que hablar con los hijos de esos policías. En la casa, la mamá no sabía para dónde disparar. ¿El desayuno o vestirlos? Todo al mismo tiempo, imposible. Y, lo más complicado, parecía ser ponerle la gorra al oficial antes que el uniforme a los chicos.
Atragantados por la tortilla y el café y la leche, se subieron al auto. Vaya a saber cómo hicieron pero finalmente llegaron al colegio. El padre estacionó el auto y sacó a los chicos casi por la ventanilla para que llegaran a horario.
Estacionar, en verdad, es una forma de decir. Y, de eso se dio cuenta otro oficial, el de Tránsito. No sabía qué hacer. A veces parece que es difícil hacerle una multa a un famoso.
El problema más grave es que a 50 metros lo estaba mirando su jefe. El director de Tránsito, Enrique Romero, dio la orden de labrar el acta y hacerle la multa.
Mientras el agente de tránsito estampaba su firma y la cantidad de pesos que debía pagar el oficial que todavía no salía de la escuela, llegaba el largo y pesado camión de Tránsito para llevarse el vehículo. Fue en ese instante, que con tonada famaillense, y sacándose alguna legaña de los ojos, el Oficial Gordillo se dio cuenta de lo que había hecho.
La multa le salió más cara porque mientras se reía nerviosamente por su falta tuvo que contar más de un chiste para pasar el mal trago. Diez minutos después Miguel Martín estaba haciendo cola en el Tribunal de Falta para pagar y pasar el incómodo -y costoso- momento que le hizo pasar el despertador.