Coyette elogió al equipo tras igualar en Paraná: “nunca baja los brazos”
“Actitud San Martín”, esa parece ser la llave para que el “Santo” cierre la puerta de los fantasmas que están al acecho desde el inicio del torneo y amenazan con que su permanencia en la Superliga dure apenas un suspiro.
Una actitud que le permitió en la noche del lunes en Paraná tutearse con la épica de remontar un 0-3 y quedarse en los umbrales de un triunfo sobre el mismo Patronato que lo había bailado por pasajes en el primer tiempo.
No es la primera vez que sucede. Ahora San Martín parece un equipo de segundos tiempos, a diferencia de lo que sucedía en la última temporada en la B Nacional.
Remitirse a las pruebas: de los 10 goles convertidos en el certamen, ocho los hizo en las etapas complementarias de cuatro partidos que le dejaron al “Santo” un saldo total de ocho puntos, de los 12 que suma. Se lo empató a Gimnasia en el descuento, lo dio vuelta ante Racing, sentenció a San Martín de San Juan y niveló frente a Patronato.
Las felices voces del campamento “santo” pos empate en el estadio Presbítero Bartolomé Grella dieron cuenta con diferentes palabras del “milagro” consumado en un partido con características de final entre dos equipos ubicados en la zona roja del descenso cuando promedia el certamen.
“¿Qué modificamos del primer tiempo al segundo? La actitud. (Cambiaron) las ganas, y a partir de hacer el primer gol agarramos esa confianza por la que te decís ‘sí, se puede’”, afirmó Alberto “Tino” Costa, un jugador distinto, otra vez presente en la red gracias a su magnífica pegada.
Gastón Coyette se llenó la boca de elogios para con sus dirigidos por la remontada en Paraná. “Estoy muy orgulloso del grupo que tengo. Nunca bajan los brazos, muestran entereza y siempre van hacia adelante, o al menos lo intentan”.
El entrenador reveló cuál fue el tenor de la charla en el entretiempo, tras una primera etapa flojísima, uno de los peores momentos San Martín en la actual Superliga. “Fuimos realistas. Nos dijimos que no estábamos haciendo nada de lo que entrenamos; que podíamos tener un mal partido pero no no renunciar; que teníamos que ganar las divididas. Y en el segundo tiempo se vio el equipo que todos queremos ver, con entereza. Perdiendo 3-0, los muchachos nunca bajaron los brazos”.
Variantes claves
Más allá del cambio de actitud, Coyette fue gran protagonista al mover el banco en el vestuario. Los ingresos de Emiliano Purita y sobre todo de Marcos Figueroa le cambiaron la cara al equipo hasta llegar al 3-3 final, ante un Patronato que se fue desinflando físicamente.
“A veces uno se equivoca también. Nosotros intentamos mejorar el equipo desde donde podíamos. La realidad es que no estábamos haciendo un buen partido, muchos jugadores estaban muy bajos, entonces intentamos darle un poquito de dinámica en el medio”, explicó sus decisiones el DT.
Bajo las circunstancias en que San Martín consiguió el punto, no hubo espacio en Paraná para lamentos por la oportunidad perdida de salir del descenso.
Y Coyette prefirió ver el vaso medio lleno. “Primero, destaco que no perdimos de visitantes. Segundo, no habíamos hecho un gol de visitante, y esta vez hicimos tres. Además, marcó un gol (Luciano) Pons, el ‘Taca’ convirtió otra vez..., entonces vamos sumando cosas positivas”.
San Martín ya no saldrá de Tucumán en lo que resta de competencia en 2018. Jugará en La Ciudadela contra Colón y Newell’s. En el medio, lo más esperado: visitará a Atlético. Una buena cosecha de puntos le permitirá a la familia “santa” pasar unas fiestas de fin de año en paz y llena de esperanza.
Claro que, como advirtió Coyette, no va a ser fácil. “Todos los partidos serán así. Tenemos que saber que nunca hay que bajar los brazos; afortunadamente siempre tenemos ese plus propio de este grupo. Y a veces nos llevamos un premio, como en Paraná”.