La esquina de avenida Gobernador del Campo y calle Lola Mora fue ayer escenario de violencia y armas de fuego. En ese punto de la capital, un tío habría herido a su sobrino policía y a otro uniformado durante una balacera. El origen de la disputa familiar habría sido un problema en la conexión de red cloacal y la posterior discusión entre los parientes.
El tiroteo se registró alrededor de las 13.30. En ese momento, Roberto Alderete, conocido como “El Gordo”, almorzaba junto a su esposa y uno de sus hijos en la vivienda ubicada en Gobernador del Campo al 1.200, a 200 metros de la avenida de Circunvalación.
Roxana de Alderete, la pareja, contó que, mientras todos estaban sentados a la mesa, llegó Sandro Daniel Moreno, el sobrino. “Vive en Tafí Viejo y vino a insultarnos porque había un problema entre mi esposo y mi cuñada (Marisel Alderete) por el tema de las cloacas. Estaban discutiendo y se pusieron a hacer tiros. Hay impactos de bala en la puerta y adentro”, remarcó la mujer.
“ ‘¡Qué tenés que decirle a mi mamá!’ Eso gritaba desde afuera Moreno. Por los nervios, me metí en una habitación a llorar con mi hijo. Tenía la puerta cerrada. Mi esposo se quedó afuera y ahora no sé dónde está ”, agregó la pareja del detenido.
La mujer se mostró nerviosa y con miedo mientras los policías de Criminalística y Científica que marcaban la zona. Se señalaron unas ocho vainas en el asfalto y el agua de cloaca de la avenida Gobernador del Campo y otras dos en la arteria Lola Mora, lo que marcaba la magnitud del enfrentamiento.
Se registraron tres personas heridas: dos policías y una mujer, madre de Moreno. El segundo jefe de la Unidad Regional Capital (URC), Ricardo Fresneda, ratificó que el motivo de la violenta pelea había sido una disputa familiar. “Se fue tornando más aguda la discusión, llegando a enfrentarse con armas de fuego sobrino y tío”.
El comisario aclaró que Moreno es empleado policial. “Este resultó herido, mientras que el acusado trepó por los techos. En una rápida intervención policial, fue reducido a cuatro casas de su casa”, indicó.
Un cabo de la Policía Vial, identificado como Juan Pablo Cata, quien permanecía a unos 200 metros de la balacera, intervino en la persecución y recibió un disparo.
Fuentes del hospital Centro de Salud informaron que los dos policías presentaban heridas de armas de fuego en miembros inferiores. Además, dijeron que estaba previsto que ambos abandonaran la institución sanitaria durante la jornada. A la vez, confirmaron que la mujer tenía un impacto en el miembro superior derecho y una lesión “importante” en el dedo.
Un hombre no querido
“El Gordo” fue descubierto en un drugstore, luego de cruzar por los techos de las viviendas contiguas. Allí, fue retenido un par de horas. Hasta el cierre de esta edición, los policías seguían buscando arriba de las casas el arma que habría utilizado Roberto Alderete.
Fresneda afirmó que “El Gordo” tiene antecedentes de hechos delictivos. “Habría estado preso en una comisaría del área Capital”, expresó el comisario. Conforme la información policial, Alderete habría estado vinculado a un caso tipo “cuento del tío”, ocurrido en la zona bancaria de la ciudad.
En medio de la conmoción por el tiroteo, los vecinos contaron que “El Gordo” se había sumado al vecindario hace unos cinco años, al menos, y dieron malas referencias del protagonista del tiroteo.
Adela Figueroa contó, en particular, que su hijo había sido víctima de Alderete el 29 de abril de 2016. “Vino y le disparó a mi hijo. Hice la denuncia y lo detuvieron durante un mes en la comisaría 11ª, pero nunca apareció el arma”, señaló.
“Como no tengo plata, no pude seguir el caso. Le pedí también al juez que ponga una orden de restricción. Pagó $ 50.000 para salir”, añadió.