Por mes, la Iglesia de Tucumán recibe $ 165.750 del Estado

Por mes, la Iglesia de Tucumán recibe $ 165.750 del Estado

Los obispos cobran un poco menos que un profesor universitario con dedicación exclusiva

09 Noviembre 2018

“Cuando comenzó la discusión de los aportes del Estado, hace uno o dos años, la Iglesia dijo ‘demos un corte definitivo’. Y a mí esto me alegra muchísimo. Porque la gente está confundida... a mí me preguntan ¿cuánto le paga el Estado, padre? Y tengo que aclarar que el sueldo del párroco sale de la limosna. Del mismo lugar que sale para pagar la luz (porque salvo una o dos que son monumentos históricos todas las parroquias pagan) y el resto de los servicios”, cuenta el padre José “Pepe “Abuín, vicario general de la Arquidiócesis de Tucumán.

Mientras el arzobispo Carlos Sánchez participa del último plenario de la Conferencia Episcopal en Buenos Aires, Abuín recibe a LA GACETA en su despacho. Va directo al grano y despliega los números sobre el escritorio: la Iglesia argentina percibe $140 millones al año, que apenas representa el 7% del presupuesto eclesiástico, dice. Ese total se reparte entre las 71 diócesis y prelaturas (jurisdicciones eclesiásticas). Con ello se paga un sueldo a un centenar de obispos.

Tucumán percibe $ 165.750 por mes con tres destinos: el sueldo del obispo titular, de $46.800 y el del obispo emérito (el cardenal Luis Villalba) de $40.950. Para tener una idea, ninguno llega al sueldo de un profesor full time universitario con cero de antigüedad, que es de $49.951,14. El segundo destino son las parroquias de frontera, instaladas en zonas muy vulnerables. Cada una percibe $ 4.000. Son tres parroquias en Tucumán. Por último, se suman $ 66.000 para los gastos del Seminario Mayor (donde se forman los sacerdotes en una carrera que dura ocho años). En Tucumán hay 35 seminaristas.

Concientización

Si hay algo positivo en toda la movida de colectivos de ciudadanos que vienen reclamando la separación de la Iglesia y el Estado, es, para el padre Abuín “el hecho de que “la gente se dé cuenta de que los católicos tienen que sostener su Iglesia. El cura no tendría que decirle a la gente que pague por un casamiento. Tendrían que darse cuenta sin que nadie les diga nada que si están pagando $3.000 a una chica para que cante el Ave María y muchísimo más por un salón de fiesta, al sacerdote no se le puede dar apenas $100. Evidentemente la gente no sabe de qué vivimos los curas”, se lamenta.

El sacerdote deja en claro que la Arquidiócesis de Tucumán no se mantiene con el aporte del Estado, sino que se autofinancia. “Tenemos una renta de cinco u ocho alquileres y recibimos donaciones de personas que al morir sin tener herederos nos dejan sus bienes generalmente con un fin que nosotros debemos respetar. Por ejemplo, si nos deja una tierra y la voluntad del donante es ayudar al mantenimiento del Seminario Mayor, eso se cumple a rajatabla”, señala.

Hoy o quizás mañana se conocerá la decisión del Episcopado Argentino sobre este y otros temas a través de un documento. Sea cual fuere la decisión, la Iglesia tendrá mucho para hablar puertas adentro, en cada una de sus células que son las parroquias. Quizás esta discusión genere más sentido de pertenencia. “Sería como volver a la época de los primeros cristianos donde los bienes se ponían en común”, dice el padre Abuín. Quizás sea la oportunidad para el debate que la propia Iglesia se debía hace mucho tiempo.

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