El ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, ponderó las obras que posicionan a Tucumán en el contexto mundial. “Desde que empezamos la gestión, en diciembre de 2015, nos propusimos construir una Argentina de cimientos fuertes que potencie las oportunidades de todos los que vivimos a lo largo y ancho de este país”, resaltó.
“Con este propósito, la plataforma del aeropuerto fue la primera obra que comenzó y terminó el gobierno del presidente Mauricio Macri; y según los tiempos previstos. Luego, se hizo a nueva la pista y se la modernizó junto con las instalaciones de carga, que son las más novedosas del país”, apuntó. “Dos obras fundamentales para el desarrollo de la provincia, porque sin ellas hoy no se podría operar la carga de productor desde y hacia el exterior. Además, estas intervenciones les permiten a los aviones cargueros operar durante todo el día sin restricciones y salir con la carga de combustible al 100%, evitando hacer paradas técnicas en otros aeropuertos”.
Dietrich explicó, durante el diálogo con nuestro diario, que la de arándanos es una exportación que requiere procesos precisos y una logística con tiempos cortos, para que el producto conserve toda su calidad al llegar a las góndolas de otros países. “Los productores de arándanos tucumanos en cada cosecha generan entre 15.000 y 20.000 puestos de trabajo y cada año exportan promedio 4.000 toneladas, sólo desde la provincia. De ahí, la importancia de potenciar el transporte aéreo. Por eso, hoy Tucumán ocupa el segundo lugar en exportaciones aéreas, detrás del aeropuerto de Ezeiza”.
Efecto colateral
El ministro añadió que el beneficio no queda ahí, ya que las mejoras que se hicieron para los arándanos también sirvieron para los limones. “Gracias a las gestiones del presidente Macri en abril de 2018, Tucumán volvió a exportar limones a EEUU, luego de 17 años. Y la nueva infraestructura estuvo ahí disponible para generar oportunidades. Las mejoras que se hicieron en el depósito fiscal del aeropuerto, y que se emplean únicamente entre septiembre y noviembre para el arándano, también empezaron a usarse entre marzo y septiembre para los limones, período en que esta fruta se cosecha y exporta”, señaló.
Contar con un nuevo depósito fiscal permitió que la carga se consolide en origen, afirmó Dietrich. “Esto significa que los contenedores se cargan en Tucumán, agentes de la Aduana revisan y comprueban ahí el cargamento y le ponen un precinto de seguridad, que es la garantía de calidad para productores y compradores. Además, lo exigen países como EEUU, Japón y Tailandia. Entre EEUU, Canadá y Hong Kong como destinos ya se exportó un millón de kilos de limones en contenedores, despachándose en camión a los puertos del país y luego vía marítima”, destacó.
Recordó que hace poco tiempo la operación era otra. Los limones llegaban en camiones a Buenos Aires y a un puerto con alta congestión donde la carga debía esperar hasta que se completasen todos los trámites. El productor no tenía la seguridad de que, en un trayecto tan largo, parte de la producción no se contamine o deteriore. Si el contenedor llegaba a su destino con faltantes o peor calidad, el productor terminaba ganando menos. Hoy la posibilidad de poder consolidar la carga en origen, atravesando la aduana en Tucumán, es la opción preferida por su previsibilidad.
El crecimiento no es sólo de exportaciones, sino que también Tucumán comenzó a recibir pasajeros como nunca antes en su historia, subrayó el funcionario. Pasó de tener seis vuelos diarios a 15. Después de ocho años, ese volvió a tener vuelos internacionales y hoy la Provincia está conectada directamente con los aeropuertos internacionales de Santiago de Chile, Lima (Perú) y San Pablo (Brasil), con un incremento en la cantidad de pasajeros del 64% respecto de 2015.
“Y esta es una gran noticia para todos porque cuando hay más pasajeros volando por nuestro país se benefician comerciantes de muchísimos rubros, como remiseros, hoteleros, gastronómicos o los que llevan sus productos a las ferias regionales; si hay más turistas, tienen más demanda y más posibilidades de generar nuevos puestos de trabajo”.
“Hoy, los tucumanos se conectan de forma directa con el mundo sin tener que pasar por Buenos Aires. Tucumán se está desarrollando con más alternativas para la exportación de sus frutas, con más vuelos y turistas. Las obras, que los productores las pidieron durante siete años, se podían hacer pero no se querían hacer. Hoy la situación es otra, Tucumán crece y genera oportunidades”, concluyó Dietrich.