Un vecino de Rocío Anahí Molina se convirtió en el primer y único detenido por el crimen de la joven madre de 21 años, ocurrido el sábado pasado. El cuerpo de Rocío fue encontrado en un descampado de San Andrés, al este de la capital, cerca del mediodía. Presentaba cinco puñaladas en la espalda. Una hora antes había salido de su casa en el barrio Soldado Tucumano de Banda del Río Salí.
Ayer al mediodía, personal de la División Homicidios a cargo de los comisarios Jorge Dib y Diego Bernachi allanó una vivienda ubicada a una cuadra de la casa de Rocío, en Costanera y Baltasar Tejerina. La medida había sido dispuesta por la fiscala en Homicidios Adriana Giannoni.
Se trata de un hombre de unos 40 años, apodado “Panza”, empleado municipal de Banda del Río Salí, informaron las fuentes consultadas. Habría sido captado por una cámara de tránsito junto a la víctima y luego solo. En su domicilio se encontró una motocicleta que había sido robada. Vecinos señalaron que habría estado preparando su fuga cuando fue sorprendido por los investigadores de la Policía. “Lo vieron cargando cosas en una camioneta, pero no pudo escapar”, comentó un informante.
“Estamos más tranquilos ahora que sabemos que lo atraparon, estamos aliviados más allá del tremendo dolor que sentimos. Lo único que puedo decir es que pague por lo que hizo”, le dijo a LA GACETA Daniel Molina, abuelo de Rocío.
“Ahora cambia todo. Es una persona conocida por todos. Se hablaba con mi nieta. El supuesto asesino la conocía desde que era una niña, de toda la vida. Es un vecino que siempre vivió aquí”, agregó.
“No le dejó huellas a mi nieta; actuó con frialdad, creo que estaba todo planeado. La atacó a traición por la espalda. Ahora pienso que fue para no mirarla a la cara, porque la conocía”, concluyó.
Rocío habría sido asesinada en otro lugar y el cadáver fue trasladado en un vehículo hasta el descampado donde fue arrojado, según sospechan los investigadores. En la zona se hallaron huellas de una motocicleta.
La familia de Rocío sospechaba de una ex pareja de la joven, que vive en la zona y que hasta hace pocos días estuvo detenido en la comisaría de Alderetes. Explicaron que sometía a Rocío a violencia de género. Cerca de 30 denuncias en su contra por diferentes agresiones habrían realizado Rocío y su madre, Alejandra Molina.
Esas sospechas hicieron que esta persona fuera llevada a tribunales penales para declarar y luego fuera sometida a diferentes exámenes, a los que se subordinó sin inconvenientes, supuestamente para despegarse de las acusaciones.
El sábado a la mañana Rocío estaba en la esquina de su casa. Imprevistamente dijo que se tenía que ir y se fue caminando hacia la ruta 306. “Posiblemente esta persona (el ahora detenido) le dijo que la acompañara a algún lugar mediante engaños”, consideró el abuelo. Una hora después, su cuerpo fue hallado por un chico que ingresó a un descampado a cazar palomas.