31 Octubre 2018
RÍO SUCHIATE. Luis Acosta sostiene a Ángel Jesús, de cinco años, para cruzar.
TAPACHULA/JUCHITÁN.- Dos caravanas de migrantes continuaban ayer por separado su recorrido por México, pese al anuncio de la militarización de la frontera de EEUU, mientras que un tercer contingente se agrupa en la ciudad guatemalteca de Tecún Umán.
La primera caravana, que empezó su recorrido el 13 de octubre en la ciudad hondureña de San Pedro Sula y está formada por varios miles de migrantes, empezó a llegar hoy desde Niltepec a Juchitán, a unos 55 kilómetros de distancia, en el sureño estado de Oaxaca.
Otra caravana integrada por 1.500 a 2.000 personas ingresó el lunes a México por el río Suchiate, que separa Tecún Umán de Ciudad Hidalgo en México, y se puso ayer en marcha hacia Tapachula, a unos 40 kilómetros. “Esta segunda caravana no pretende alcanzar a la primera”, dijo a Radio Fórmula el comisionado nacional de Migración, Gerardo García Benavente.
La segunda formación pernoctó en una comunidad del municipio Frontera Hidalgo y, a la madrugada, partió a Tapachula, la ciudad más grande en esta zona fronteriza con Guatemala. “Están convencidos de que van a poder llegar a Estados Unidos y los van a legalizar”, añadió García Benavente.
Al mismo tiempo, señaló, se espera la llegada de una tercera caravana, formada sobre todo por salvadoreños. Unos 350 están ya en Tecún Umán esperando la llegada de más migrantes.
La tragedia venezolana
Salvadoreños, guatemaltecos y mexicanos no son los únicos que pugnan por salir de sus lugares de origen, escapando de la violencia y la pobreza. Ayer, al menos, 6.000 venezolanos intentaban ingresar a Perú por la frontera con Ecuador antes de que expire un plazo para solicitar un permiso temporal de permanencia en el país.
Migraciones fijó que sólo los venezolanos que ingresen a Perú hasta el 31 de octubre podrán acogerse al Permiso Temporal de Permanencia, que les permite trabajar y estudiar legalmente.
“La situación es preocupante”, dijo Abel Chiroque, jefe de la Defensoría del Pueblo en Tumbes, en la frontera con Ecuador. Las autoridades de aduana esperan para hoy la llegada de otros 4.000 venezolanos, incluidos niños, en momentos que los servicios de agua, baños y alimentos para los migrantes están saturados.
“Lo preocupante es que los tiempos de espera se han incrementado. El lunes advertimos que las personas esperaban su turno durante 22 horas”, dijo Chiroque.
Casi medio millón de migrantes venezolanos están en Perú, cinco veces más que a fines del año pasado, tras cinco años de crisis económica brutal. (DPA-Reuters)
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