Halloween: una celebración cada vez más nuestra
Mientras más tucumanos se suman a los festejos de Halloween, una fiesta de origen celta que muy poco tiene que ver con nuestras tradiciones, se reabre el debate sobre si corresponde o no adoptar esta celebración. Una antropóloga advierte que no es una costumbre que fuimos asimilando sino que, literalmente, estamos comprando, que se trata de “economía de mercado”.
Una vecina de un edificio de barrio norte sube a su Instagram la foto de una nota escrita a mano, con letra de niño. “El miércoles por la noche vamos a tocar su puerta a pedirle caramelos. Por favor, atiéndanos”, dice la carta, con una dulzura irresistible y una calabaza dibujada con el mayor de sus esfuerzos. Perdida en la inmensidad de la red, la vecina no sabía si reír o llorar, por lo que considera el avance de una cultura ajena, foránea, que -ya no hay dudas- ha cruzado todas las fronteras. Terminaba la reflexión diciendo que sí, que le daría los caramelos.
En simultáneo, en la misma red, comenzaban a llover invitaciones a fiestas y boliches que festejarían Halloween. Ni noche de brujas ni Día de los Muertos. Halloween, en inglés. Y ahí, como todos los años, comenzaron a aparecer las reacciones de quienes reniegan de esta celebración foránea, sin ningún punto de encuentro con las costumbres locales. Y están los otros, que se relajan y se divierten, que lo aceptan sin pensarlo demasiado.
“¿Por qué hacemos una fiesta de disfraces este fin de semana? Porque nos criamos viendo películas de terror, yankies en su mayoría. Sumado a que siempre pasaron películas de terror y cosas por el estilo para la fecha, que además es mi cumpleaños. Entonces, la fiesta de disfraces es un excusa para festejarlo con una temática ‘Hallowen’”, responde Bernardo Beltrán, reflexionando en el momento de esta entrevista los motivos por los cuales ha organizado una gran fiesta de Halloween este fin de semana. En la entrevista surge también un desafío: “Sin googlear, ¿qué se celebra el 10 de noviembre?”. Risas. Ni él, ni nadie del “comité organizador” de la fiesta sabe que es el Día de la Tradición en Argentina.
Cuestión de marketing
Griselda Barale no es una persona de fe, pero se pasó la vida, como ella misma dice, estudiando el fenómeno religioso desde la filosofía y la antropología. A ella no le causa gracia, aunque tampoco le teme, a lo que considera otro avance de la gran maquinaria de producción de sentido estadounidense. “No, miedo no. Pero habría que pensar en qué medida, con esta penetración cultural, estamos dejando eclipsar nuestras propias costumbres y tradiciones. Si seguimos así, vamos a dejar de celebrar el 9 de julio para festejar el 4 de julio”, dice la docente e investigadora.
Pennywise: disfraz, maquillaje completo y peluca
Es una de las caracterizaciones más complejas por la cantidad de elementos que necesita. De todas formas, desde que se reestrenó la película “IT” el año pasado, volvió a ser uno de los más solicitados.
Para Barale, es un espacio que se está dejando desde la escuela misma, donde -en ocasiones- se pone más dedicación al festejo de Halloween que al Día de la Tradición. “Está perfecto estar abiertos a nuevas costumbres, eso no está mal, pero siempre y cuando sigamos valorizando las nuestras. El problema que veo principalmente con la celebración de Halloween es que son costumbres que compramos, no que asimilamos. Halloween es principalmente marketing, es venta de toda clase de productos vinculados a la temática, una mercantilización de una tradición originalmente religiosa, como son el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, como los llamamos nosotros”, resalta.
El problema, entonces, no es lo nuevo que se adquiere, sino lo que se pierde. “Cuando yo era niña -tengo 67 años- el Día de Todos los Santos era un feriado total: la gente verdaderamente dedicaba ese día a ir al cementerio, a limpiar las tumbas de sus seres queridos, no había comercio y los transportes públicos se dedicaban casi exclusivamente a llevar gente al cementerio. Eso ya no tiene la misma fuerza, y quizás tenga que ver con esta penetración”, sostiene.
“El Conjuro”: la monja suicida
Es uno de los disfraces más pedidos en estos momentos, aseguran quienes alquilan disfraces. Es la espeluznante protagonista de la película “El Conjuro 2”.
El origen
Una celebración que nació en Europa, se fue a Estados Unidos y luego volvió
Muchos creen que Halloween viene de EE.UU. pero no es cierto. “Halloween era una de las cuatro fiestas celtas más importantes”, explica Michelle Dunne, historiadora de la Universidad Ciudad de Dublín (Irlanda), a la agencia DPA.
“Samhain”, como se llama en irlandés, se remonta a más de 2.000 años. Marcaba el comienzo del invierno. Inmigrantes irlandeses introdujeron la costumbre a finales del siglo XIX en EE.UU., desde donde acabó exportándose de vuelta a Europa. La mayor fiesta de Halloween de Europa se celebra desde hace más de 30 años en Derry, Irlanda del Norte.
En aumento
Quienes forman parte de esta “cadena industrial” que es el Halloween lo confirman: es una costumbre cada vez más nuestra. “Hace no más de cuatro o cinco años comenzó el boom y es cada vez más fuerte. Hay muchas fiestas en casas y en boliches, promotoras que se visten con esta temática para salir esa noche. Es algo que antes, si se celebraba por acá, era más interno, en las casas. Ahora es más masivo”, compara Soledad Argañaraz, propietaria de un local de alquiler de disfraces de barrio Sur, con 15 años en el rubro.
Coincide con ella Sonia Carbonell, maquilladora artística y social. “Yo arranqué hace 12 años con el makeup artístico y nadie te pedía un trabajo por Halloween. Ahora, hace unos tres años, se trabaja un montón: fiestas temáticas, cumpleaños, fiestas de disfraces... hay de todo. Tengo una clienta fija que cumple años en esta época y siempre su fiesta es con la temática de Halloween”, finaliza.
Entender el origen, reflexionar sobre su significado e importancia en Occidente, comprender el gran peso del marketing en esta fiesta son las claves -reflexiona Barale- para que el Halloween no nos lleve puestos. “Es algo que nos están vendiendo, es economía de mercado, y eso es algo que tenemos que poder advertir desde la escuela”, insistió.
Makeup desde $ 800
El maquillaje artístico para un disfraz de Halloween es principalmente de zombies, calaveras y catrinas, explica la maquilladora Sonia Carbonell. Son trabajos que pueden llevar de dos a cuatro horas y que arrancan en los $800 a $1.000, según el trabajo.
Por todos lados
Zombies, catrinas y payasos levantando pesas
En un gimnasio de Crossfit tucumano adoptaron como tradición para Halloween que los que vayan a entrenar lo hagan disfrazados. El año pasado (foto arriba) fue la primera experiencia y, según contaron los organizadores, la convocatoria superó ampliamente las expectativas. A pesar de la dificultad de levantar pesas, correr y hacer ejercicios con aparatos, los alumnos aceptaron el desafío.
El fin de semana explotaron las fiestas de Halloween y se vienen algunas más
Halloween se celebra mañana, justo a mitad de semana. Por eso, los festejos se dividieron entre el fin de semana pasado y el que viene. En un boliche de la capital, en conjunto con una marca de cerveza, organizaron una mega fiesta que resonó en toda la provincia, con actores que protagonizaron situaciones de horror en los distintos espacios del local. Los drag queens tematizados (foto abajo) también fueron protagonistas.
Disfraces durante dos días en la plaza Independencia
El fin de semana continúan las fiestas de Halloween en algunos boliches. Mientras tanto, en la plaza Independencia, hay una convocatoria abierta para reunirse a celebrar el Día de los Muertos. Tendrá lugar mañana y el jueves, ambos días de 19.30 a 21.30. Es requisito ir disfrazado, según la convocatoria difundida en Facebook.