Se elaboró 1,34 millón de toneladas de azúcar y la zafra concluirá con cifras mayores a las de 2017
Cuatro fábricas que estaban moliendo pararon la producción debido a que las lluvias dejaron “sin piso” a las cosechadoras de caña. La Florida tiene caña propia y arrancará sus trapiches cuando pare el aguacero. Se cumplieron las estimaciones de la Eeaoc.
Las últimas lluvias paralizaron la molienda en los cuatro ingenios que aún continúan con la producción azucarera en la provincia, y quizá sea éste el anticipo del final de la zafra 2018. Es que el agua dejó “sin piso” a las cosechadoras y a los transportadores de caña, y la alternativa de volver a arrancar los trapiches resulta onerosa y complicada.
En estos momentos, el ingenio La Providencia padeció algunas roturas en su fábrica y se estima que entre la reparación en marcha y el final de zafra no quedan más de 10 días. En el Leales y Santa Rosa la actividad también podría extenderse hasta unos 10 días, en tanto que directivos de La Florida aseguraron que terminarían la zafra en menos de dos semanas, ya que aún tienen una importante cantidad de caña propia y que esperarán que deje de llover para llevarla a la molienda.
En tanto, los números que arroja hasta el momento la producción de azúcar revelan que este año fue apenas mayor que la registrada en 2017 (1,338 millón de t). Hasta cerca del 19 de este mes, entre los 15 ingenios tucumanos llevaban elaborado 1,342 millón de toneladas de azúcar, destacándose el Concepción como la industria de mayor producción, con 260.560 toneladas, y con un rendimiento fabril igual de excelente: 10,264%.
La fábrica que tuvo una escabrosa campaña fue San Juan, que así como comenzó tarde la molienda fue la primera en darla por concluida. Comenzó el 1 de agosto y el jueves 9 se detuvieron los trapiches ante el retiro de la empresa que administraba la planta. Resuelto en estos días el dominio legal -volvió a manos de sus antiguos dueños-, el ingenio llegó a producir 352 t de azúcar luego de la breve molienda de 3.575 toneladas de caña neta, a un rendimiento de 9,855%.
De acuerdo con las cifras de la zafra 2018 a la que accedió LA GACETA, se cumplieron las estimaciones de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) al comienzo de la campaña. Así lo confirmó el director en investigación de la Sección Caña, ingeniero Jorge Scandaliaris, quien recordó que los valores de materia prima (caña neta) que se iban a moler, estimados a principio de zafra, llegaban a los 14,275 millones de toneladas. Hasta el momento en Tucumán, el registro de la molienda en los 15 ingenios llega a los 14,183 millones de toneladas.
Sin inconvenientes
“Quedan algunos cañaverales en pie, de manera que si arranca otra vez la producción se llegará muy cerca a aquellos valores estimados originalmente”, agregó el experto. En ese informe se ponderaron además los rendimientos: al inicio se evaluó que serían buenos y cercanos al 11%, pero ante la incidencia negativa de las heladas ocurridas durante el invierno se redujeron los porcentajes y finalmente se apuntó que la zafra cerraría con rindes fabriles cercanos al 9,4% (hoy el registro promedio en fábrica es de 9,463%).
En el balance de la zafra de este año, Scandaliaris señaló que “hablando en términos de producción, hemos tenido un invierno benévolo porque no hubo tantas lluvias y así la cosecha transitó sin inconvenientes y a buen ritmo de molienda”.
Sobre el abrupto final de la campaña que podrían desencadenar las lluvias de la última semana, señaló que todo dependerá de las circunstancias de cada fábrica. “Fueron lluvias copiosas y por encima de los valores normales; esto incidió para que no puedan operar las cosechadoras y el transporte, y de allí el ‘parate’ generalizado de la molienda”, explicó. “Habrá que ver cuando arranquen en qué condiciones lo harán, porque esa maniobra además de onerosa es complicada. Dependerá de lo que queda de caña y la decisión y planes de cada empresa de terminar la fabricación”, resaltó.
Finalmente, Scandaliaris destacó que estas últimas lluvias fueron importantes, y que en algunas localidades de la provincia cayeron más de 220 milímetros, sólo comparable con las ocurrencias de enero y febrero. De manera que el fenómeno causó problemas a los ingenios, pero por otro lado benefició al cañaveral, “que está brotando bien para la próxima campaña”, aseguró.