“Fue un encuentro increíble, con amigos y otras personas a las que conocí ahora. Disfruté mucho de ver tantos Ford A juntos, yendo en caravana y sintiendo los aplausos de la gente al vernos.” Diego Jaitt contó de esa manera su reciente experiencia en el Valle de Punilla (Córdoba), adonde fue con un modelo 1928 de la mítica marca para participar del “I Encuentro Latinoamericano de Ford A”. Como frutilla del postre, se trajo un premio para Tucumán.
El evento reunió a unas 60 máquinas, que mantienen su aspecto original, por conservación o restauración. Si bien no se buscaba competir ni juzgar ningún auto, se terminaron otorgando premios especiales, considerando al mejor auto por año de fabricación. “Con o sin premio, no cambiaba en nada el espíritu de camaradería que imperó en el encuentro”, agregó Jaitt.
Una buena cantidad de los coches presentados participaron alguna vez, o participan actualmente, de pruebas históricas de regularidad. Otros son de calle. Hubo vehículos traídos desde diez países de América. Por Tucumán, además de Jaitt estuvo Cristian Delaporte.
Entre otras actividades, efectuaron paseos por distintas localidades del Valle de Punilla, como La Cumbre y Los Cocos.
El Ford A de Jaitt es una coupé rouster de un azul profundo. Su aspecto es único, refinado y allí radica el motivo por el cual fue premiada.