El sábado 6 de octubre, un día antes de la primera vuelta electoral en Brasil, Atlético Paranaense jugó en su estadio ante el América de Minas Gerais. La iluminación exterior del “Arena da Baixada”, que usualmente refleja los colores rojo y negro del equipo, esta vez destellaba en amarillo, el color de la campaña del derechista Jair Bolsonaro.
Como si bastase, todo el equipo -excepto su capitán, Paulo André- salió a la cancha con una camiseta amarilla por encima de la oficial. Decía “Vamos todos juntos por amor a Brasil”, el lema de campaña del ex militar.
Unos días después, un tribunal de justicia deportiva multó a la institución del sur de Brasil por lo que consideró un “acto político sin autorización”.
El caso del Atlético Paranaense fue apenas uno más dentro de una tendencia que se acentuó a lo largo de la campaña electoral: el apoyo de deportistas brasileños a la candidatura de Bolsonaro, el candidato que promete mano dura contra la criminalidad y posee un discurso racista.
De todos los deportistas que se manifestaron a favor del ultraderechista, gran favorito a ganar la segunda vuelta electoral del próximo domingo, el más conocido es Ronaldinho.
A inicios de mes, el ex astro del Barcelona pidió en sus redes sociales “un Brasil mejor para todos”. El texto estaba acompañado del número 17, que es el que identifica electoralmente al ex capitán del Ejército brasileño.
Después de esta manifestación de apoyo de Ronaldinho, el club catalán, del que el brasileño es representante oficial, advirtió respecto de Bolsonaro: “Defendemos valores que no coinciden con su dicurso”.
Fuerte y a la derecha
Otra figura histórica de la selección brasileña que mostró su favoritismo por el candidato del Partido Social Liberal (PSL) fue Rivaldo. En su página de Facebook, el ex volante, que también vistió los colores del Barcelona, publicó un video del candidato que finalizaba con una multitud cantando: “El capitán volvió”.
Cafú, uno de los más destacados laterales de la “verde-amarela”, campeón de los Mundiales de 1994 y 2002, también anunció su voto por el ex militar en un video que después fue subido a la plataforma YouTube.
Entre los futbolistas en actividad que mostraron su apoyo al ex militar destaca el nombre de Felipe Melo. Al final de un partido disputado en septiembre, un periodista le preguntó al volante del Palmeiras a quién le quería dedicar el tanto que había convertido. La respuesta de Melo fue contundente: “A nuestro futuro presidente Bolsonaro”.
Lucas Moura, quien juega en el Tottenham de Inglaterra, no expresó su voto, pero sí defendió a Bolsonaro en un intercambio de mensajes en Twitter. “Si él fuese racista, estaría preso. Te veo criticando gratuitamente y sin argumentos”, le espetó a otro usuario de la red social.
Falcao, el mejor jugador brasileño de fútbol de salón, es otro deportistas que avala al candidato derechista en las redes.
No sólo desde el fútbol
Los apoyos de deportistas para Bolsonaro no sólo vienen del fútbol. En septiembre, tras la victoria ante Francia en el Mundial, los voleibolistas Wallace y Mauricio posaron para una foto formando el número 17.
La repercusión del gesto fue tal que la Confederación Brasileña de Vóleibol (CBV) retiró la imagen de sus redes sociales.
Entre los pocos deportistas que se mostraron contrarios a la ideología del ex militar, Juninho Pernambucano es el más renombrado. El ex integrante de la selección brasileña de fútbol manifestó en una entrevista su rechazo a la figura de Bolsonaro.
El otro ritmo
El apoyo al militar retirado por parte de importantes representantes del deporte brasileño tuvo su contracara en el respaldo que muchos artistas otorgaron a Fernando Haddad, el candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).
Entre ellos, Caetano Veloso, Gilberto Gil y Chico Buarque, tres de los más famosos representantes de la música brasileña, expresaron en repetidas ocasiones su rechazo a las políticas y las polémicos declaraciones del ex miembro de las Fuerzas Armadas. A la vez, declararon su apaoyo al académico elegido por el PT.