MADRID.- El ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, destacó ayer en Madrid que el gobierno argentino logró superar la peor parte de la reciente crisis “sin modificar el programa económico”, e insistió en que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es únicamente “preventivo” y cubre las necesidades de financiamiento hasta 2020.
Además, aseguró que con el nuevo acuerdo firmado con el organismo internacional, que supone una ayuda total de U$S 57.100 millones, y con la implementación del nuevo esquema cambiario, “el peso se apreció un 9,3% y el riesgo país retrocedió”.
Al disertar ante figuras del ámbito económico, financiero y político de España reunidas en el Foro América organizado por la agencia Europa Press, Sica sostuvo que las medidas adoptadas por el gobierno argentino están creando “condiciones de confianza”.
Asimismo, el ministro de Producción atribuyó la última crisis a “shocks exógenos e internos”, en primer caso la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la incertidumbre política en Brasil y, en el ámbito local, la sequía y el escándalo de los cuadernos de la corrupción que destaparon un sistema ilegal de financiamiento de la obra pública.
También recordó la herencia recibida, de un país “que gastaba por encima de sus posibilidades”, lo que creó “grandes desequilibrios” que motivaron a la última crisis cíclica, que ahora hay que revertir.
Según Sica, la situación actual es “completamente distinta” a la que vivió la Argentina en 2001, cuando tuvo lugar el “corralito”, ya que el desorden institucional y la precaria situación social están “lejos de repetirse”.
No obstante, el funcionario admitió durante su presentación que la actual coyuntura puso un límite al “plan gradualista” del gobierno de Macri, y opinó que el ajuste fiscal busca lograr un “equilibrio macroeconómico”. En ese sentido, mostró un cuadro con cifras que apuntan hacia la consolidación fiscal, con una caída del déficit hasta 2,8% en 2018, de equilibrio en 2019 y de “superávit primario” del 1% en 2020.
También remarcó que el objetivo del Ejecutivo es avanzar en una senda reformista, que incluye cambios en materia laboral, sin entrar en los detalles.
Si bien reconoció las dificultades que conlleva la negociación debido al peso de la oposición, lo que derivará en la “reforma posible” y no la que quiere el gobierno, también subrayó: “tanto el Ejecutivo como los empresarios y los sindicatos tienen el objetivo común de mejorar la competitividad”.
Por otro lado, insistió en que el gobierno argentino trabaja para promover la actividad empresarial y, en ese sentido, aspira a una desburocratización al servicio de los empresarios.
Como la mayoría de sus colegas que visitan España, Sica remarcó las oportunidades de inversión en la Argentina en todos los sectores -Vaca Muerta, agroindustria, telecomunicaciones y turismo-, e instó a los empresarios españoles a utilizar el país como puerta de entrada y trampolín hacia el Mercosur. (Télam)