BUENOS AIRES.- No hubo un amplio dominador en La Bombonera, sí chances de un lado y de otro. Y en ese rubro, la que seguramente quedará grabada será la última, la de un Pablo Pérez que pudo haber hecho feliz al mundo Boca pero que finalmente pasó de largo, entre un rebote y el travesaño. El 0 a 0 no se movió entre el actual campeón de la Superliga y Rosario Central: un centro de la muerte, rasante. “PP” se tira en busca del 1-0 del éxtasis, a los 93 minutos, pero la pelota le da en el pie derecho, se levanta, le pega en la cara y sale, a menos de un metro de la línea de gol, hacia arriba. Travesaño y afuera. Increíble.
Boca no pudo con el “Canalla” y dio la sensación de que su formación de anoche no será la que buscará dar el primer golpe el miércoles, en el duelo de ida de una de las semifinales de la Copa Libertadores frente a Palmeiras. Habrá cambios. Lo cierto es que este Boca de ayer, suplente o no, no pudo anteponerse al cerrojo que le puso Central: no le regaló espacio, anuló a sus jugadores de buen pie y prácticamente hubo acción cuando los dos quedaron descolocados en defensa. Ni uno ni otro mereció los tres puntos. ¿Qué conclusiones habrá sacado Guillermo Barros Schelotto? Que Agustín Rossi anduvo bien de reflejos y debería ser titular ante el “Verdao”, que Boca con Fernando Gago, como canal de expendio y marca en el mediocampo, puede lastimar. Que no debe bajar el ritmo, y menos descuidarse atrás. “Se impuso el orden defensivo de Central sobre nuestro ataque, yo hubiese querido que fuese al revés y hablar de un triunfo, pero no se dio. No los pudimos desarmar desde el juego y hay que darle su mérito”, analizó el “Mellizo”, que aseguró tener el equipo del miércoles en “la cabeza”. (Especial)