Por Rodolfo Casen
20 Octubre 2018
Las noches de Concepción no tienen boliches para la juventud. Y los beneficiados por esta carencia son los que funcionan en las ciudades de Monteros, Aguilares y Alberdi. Estos locales bailables capitalizan el flujo de jóvenes que los fines de semana emigran en busca de diversión. Y lo angustiante para los padres es que esas salidas obligan a sus hijos a transitar la ruta 38, una de las más peligrosas de la provincia. Lo hacen en vehículos propios o en los de amigos. Nadie mide peligros. Muchachos y chicas emprenden siempre el viaje después de las ya tradicionales “previas”. Son las que potencian los riesgos. “Previa es sinónimo de escabio, música y amistad. Es entrar en clima con amigos dispuestos a divertirse, con buena onda. Y siempre se la realiza en casa de algún amigo cuyos padres, circunstancialmente, están ausentes. O si están en casa la improvisamos en un patio o en un ambiente cerrado”, describe Luciano Gómez, estudiante de 18 años.
La “previa” también puede darse en un bar. “Creo que lo que hacemos nosotros se da en todos lugares. Es ya algo propio de estos tiempos. Si bien el escabio siempre está presente, hay quienes no se prenden y se divierten igual”, asevera Bruno Sánchez.
Los jóvenes confiesan que, en algunos casos, son los que no beben quienes se hacen cargo del transporte. Y admiten también que no son pocos los que salen a la ruta a manejar con alcohol en sangre. Así las cosas, los jóvenes de Concepción son los más expuestos a sufrir las consecuencias de una previa desenfrenada. Son los que están obligados a transitar la endemoniada 38.
Party Bus
“Uno no puede impedir que nuestros hijos salgan a divertirse. Lo hicimos nosotros y ellos también tienen derecho a hacerlo. Pero en estos tiempos, con las previas y la falta de boliche en la ciudad, uno cada vez que estos salen uno se queda con el corazón en la boca. Hasta que no vuelven es difícil dormir”, confiesa Martín Medina, de Concepción. “Lo que nos queda es aconsejarlos hasta el cansancio que eviten salir a la ruta si el conductor bebió alcohol”, apunta.
Pensado en los riesgos a que se exponen los jóvenes a salir a la ruta nació el Party Bus. Es una novedosa iniciativa que nació en Alpachiri con el fin de transportar a los jóvenes de esa localidad, e incluso de Concepción, a los boliches de Monteros. En este caso la “previa” se arma en ese transporte, acondicionado con luces de colores y música. El colectivo los lleva y los trae, evitando que los jóvenes se expongan a los riesgos de manejar en la ruta. “No se venden bebidas en el colectivo, pero no falta el que carga a escondidas alguna”, cuenta Luis Castro. A pesar de la finalidad con que nació el emprendimiento, los que mayormente utilizan el transporte son los que carecen de vehículos, relata el joven.
Los padres, como Medina, ven con buenos ojos el Party Bus: “si se generalizara ese servicio se evitarían muchos accidentes y uno dormiría más tranquilo”.
NOTICIAS RELACIONADAS
Lo más popular
