Han pasado tres días desde que personal de la seccional 2° ingresó a un domicilio de San Miguel al 800 y ubicó un desarmadero de motos robadas. Y, pese al enorme esfuerzo, todavía no pueden hacer un inventario sobre las motos y motopartes que se encontraron allí.
“El trabajo es lento porque se está clasificando todo y poniendo en custodia. Estimamos que tardaremos varios días más con este trabajo. Una vez que lo terminemos, se hará un listado para que las personas traten de ubicar las motos que podrían haberles robado”, indicó el fiscal Diego López Ávila.
El domingo, personal de la seccional, al mando del comisario Alfredo Díaz, ingresó al lugar donde funcionaba un desarmadero. Según los investigadores, en el lugar sólo había movimientos entre la 1 y las seis de la mañana.
En ese horario las bandas dedicadas a robar motos llevaban sus botines. Los vehículos eran desarmados rápidamente. Ayer los investigadores hicieron una prueba: pidieron informes de varios motores y se confirmó que pertenecían a rodados que fueron denunciados como sustraídos hace menos de un mes.
Ayer, en el lanzamiento oficial de las fiscalías especializadas en Robos y Hurtos, el ministro fiscal, Edmundo Jiménez, ponderó el resultado de ese allanamiento. “Antes, estas situaciones eran difíciles de poder investigar por los múltiples delitos que debían atender los fiscales. Con personal especializado, coordinamos esas acciones para que los resultados sean satisfactorios”, explicó.
Por su parte, Daniel Posse, presidente de la Corte Suprema de Justicia, agregó: “El objetivo del Poder Judicial en conjunto es poder reducir los plazos y solucionar los problemas en materia penal. Esclarecer los hechos, o en todo caso avanzar en el esclarecimiento de todos los hechos”. Dijo que no sólo se trata de la tarea de la fiscalía, sino que esto se haga lo más rápido posible para beneficiar tanto a las víctimas como a los posibles imputados en el proceso.