La interna que atraviesa al oficialismo famaillense verá la luz en las próximas fiestas del Día de la Madre. Y como sucede en otros municipios de signo peronista, los protagonistas de la disputa están unidos por mucho más que la política.
El viernes a la noche, en la Fundación “Casa del Diabético”, el diputado nacional José Orellana exclamará su intención de volver a ser intendente de la “Ciudad de las Réplicas” (lo fue en los períodos 1995-1999 y 2003-2007), durante un festejo que organiza junto a su hermano mellizo, el legislador Enrique Orellana. La cartelera anuncia músicos en vivo, como “Tormenta” y “Los Cantores del Alba”, y sorteos de motos, juegos de comedor y de cocina, y artículos para el hogar.
Y el domingo a las 19, en la plaza San Martín de Famaillá, la actual jefa municipal, Patricia Lizárraga, tendrá la oportunidad de confirmar su objetivo de repetir en 2019 -ya lo anuncian los pasacalles en la plaza central-. La razón de la convocatoria, al igual que el evento de los “Mellizos”, es al “homenaje a mamá”. La jefa municipal, ex esposa y sucesora de Enrique Orellana, anunció la presentación del célebre cantante y ex gobernador tucumano Ramón “Palito” Ortega para agasajar a las madres famaillenses, además de los esperados sorteos.
Así, entre empanadas y shows, empieza a agitarse una disputa política protagonizada por dos ex cuñados, que hoy parece tener un único factor común: el apoyo a la continuidad de Juan Manzur y Osvaldo Jaldo en el Gobierno provincial.
Al igual que en otros distritos de gestión justicialista, aquí también habrá distintas ramas internas en disputa por las llaves de la Intendencia. Desde hace tiempo que el alperovichista Alcides Salomón viene planchando el traje de candidato. Pero son los armados que responden a las cabezas del Ejecutivo y del Legislativo los que se posicionan al centro de la escena, con miras a 2019. En el caso famaillense, como sus empanadas, la pugna tiene un condimento especial: los rivales, además de socios políticos, eran parientes.
Desde 1995 no había otro apellido que el de los Orellana en el Ejecutivo municipal: cuando uno terminaba el mandato, el otro se postulaba y resultaba electo. En 2015, con José como candidato a diputado y Enrique a legislador (no podía repetir como intendente), la entonces esposa de este último, Lizárraga, fue ungida para retener el poder en la Capital de la Empanada. Y así fue. Hasta que rompieron.
En ambos espacios afirman que la separación del matrimonio estuvo precedida por las diferencias políticas. La intendenta, que tiene por punta de lanza su labor con la Red de Mujeres, decidió dejar afuera de su gabinete a “históricos” del orellanismo y darles lugar a dirigentes que antes no lo tenían. Con el tiempo, incluso, llegó a sumar a antiguos rivales de los “Mellizos”, como el kirchnerista Jesús Salim -será candidato a legislador en 2019, apoyando a Lizárraga- y la esposa de este, la ex diputada Mabel Carrizo.
“Está rodeada por funcionarios que no la votaron, que no querían que ella fuera intendente. Y esa no es nuestra manera. Nosotros entendemos que, cuando llegamos, lo primero que tenemos que hacer es agradecer a los que acompañaron para llegar, que son los que se sienten identificados con tu liderazgo, los que saben que no los vas a dejar en el camino. Para nosotros, esa decisión política que tomó ella fue de traición”, resumió José Orellana.
Hoy por hoy, la jefa municipal tiene mayoría en el Concejo, con cinco ediles dentro de su espacio, incluidos los tres de la mesa de conducción: Raúl Villafañe, Ángel Pérez y Diego Salim, hermano de Jesús. Orellana contabiliza tres concejales, entre los que está su hija, Nataly Orellana. Y al alperovichista Salomón le responden dos ediles (una es su esposa, Dolores Silva). Mientras tanto, los “Mellizos” y su armado, Tucumán Innovador, ya hicieron pie fuera de la “patria chica”: en 2015 conquistaron tres bancas legislativas por el Oeste (Enrique Orellana, Sandra Mendoza, esposa de José, y Joseph Tanios Saleme) y un escaño en Diputados, que ocupa José.
Estrategias
En estos meses, la tensión entre los ex aliados fue creciendo. Hubo cruces por la instalación de un circo y graves acusaciones ante las cámaras de TV. La separación política no tiene retorno. Por eso, Lizárraga tratará de repetir con el sello del PJ, según la estrategia dispuesta por la Casa de Gobierno para todos los municipios oficialistas. Orellana buscará reconquistar las riendas de la ciudad con su propio armado. Los ex cuñados irán acoplados a Manzur y Jaldo.
Las madres famaillenses aguardan por su doble agasajo para este fin de semana. La intendenta, cuentan desde su espacio, prefirió no hacer declaraciones para esta entrevista para no generar más tensiones a la disputa. “Tiene otro estilo político”, afirmaron en su equipo. El “Mellizo” José, por su parte, también trató de poner paños fríos en lo político. “A la gente no se le va a pedir que si va para allá no venga para acá, o al revés. Eso se reservan solamente los intendentes hipócritas. Acá el vecino va a ver un buen espectáculo o a tratar de ganar un premio. No es que se emocionan por ver a la intendenta o al ‘Mellizo’. Eso sería mentirnos a nosotros mismos. La idea de estas fiestas, como Reyes, el Día del Niño o de la Madre, es compartir. Incluso si algún día no estamos en el poder vamos a seguir generando estos acontecimientos”, afirma José.
Por lo pronto, la interna del PJ famaillense se dirime con shows para las madres.