Allanan un desarmadero que “atendía” en la madrugada

Allanan un desarmadero que “atendía” en la madrugada

Los investigadores creen que allí se comercializaban la motopartes robadas en la capital El local está ubicado en San Miguel al 900. La investigación comenzó a partir de una publicación de LA GACETA.

PROCEDIMIENTO. Efectivos de diferentes unidades especiales participaron del operativo en la propiedad ubicada donde funcionaba el taller ilegal. la gaceta / fotos de jorge olmos sgrosso PROCEDIMIENTO. Efectivos de diferentes unidades especiales participaron del operativo en la propiedad ubicada donde funcionaba el taller ilegal. la gaceta / fotos de jorge olmos sgrosso

Cuando los policías entraron al galpón de San Miguel al 900, en barrio El Bosque, para allanarlo, no podían caminar por la cantidad de vehículos y de partes que había, según comentaron. Detrás de la fachada de un taller mecánico habría funcionado un desarmadero de motos robadas. Por eso, los pesquisas consultados por LA GACETA aseguraron que se trata de uno de los operativos más importantes de los últimos años.

Cerca de 100 rodados y cientos de motopartes fueron incautadas, además de numerosa documentación. Se cree que allí se desmantelaban motos robadas en barrios del norte y el sur de la capital. El movimiento era tan intenso, explicaron, que el local estaba abierto durante la madrugada.

Según las informaciones policiales, la mayoría de los robos se producen durante la noche, con más frecuencia en los momentos cercanos a las 23 o a las 6, horarios en el que los propietarios regresan a sus casas o se dirigen a sus puestos de trabajo.

Venta real y por redes

Diego López Ávila, a cargo de la Fiscalía Especializada en Robos y Hurtos I, señaló que la pesquisa comenzó a partir de una investigación que abrió de oficio a partir de un informe sobre robo de motos publicado por LA GACETA, semanas atrás. “Evidentemente no es algo nuevo, aparentemente venía trabajando así desde hace tiempo”, explicó el funcionario judicial, que agregó: “Son dos causas. La otra tiene que ver con la venta de partes a través de las redes sociales”, señaló López Ávila.

Los detalles de la investigación de la segunda causa se mantienen bajo reserva. Sólo se sabe que el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales está trabajando en el caso.

Sobre el operativo realizado entre el domingo y el lunes, señaló: “Mediante el cruce de datos establecimos que en algunas jurisdicciones se daban más robos de motos que en otras. Después de sustraerlas, las llevaban hasta ese desarmadero, donde las desmantelaban. Está corroborado que el lugar funcionaba entre la 1 y las 6”.

PARTES. El local estaba abarrotado de repuestos y rodados desarmados.  PARTES. El local estaba abarrotado de repuestos y rodados desarmados.

En el local se detectaron motos que habían sido robadas este año. “Es la primera vez que se incauta semejante cantidad de motos y motopartes. Es un operativo importante porque detrás de estas organizaciones hay derramada mucha sangre de inocentes”, manifestó López Ávila.

El desarmadero funcionaba con tal impunidad que un cliente llegó en la noche a comprar piezas, mientras se realizaba el allanamiento. Según trascendió, se trata de una propiedad usurpada. El taller funcionaba desde hacía 10 años. El propietario fue identificado como un tal “Payo”, quien residiría en Banda del Río Salí.

López Ávila le encomendó la investigación al comisario Alfredo Díaz, jefe interino de la comisaría 2ª. “Fueron varias semanas de pesquisa y de actuaciones complementarias. La medida comenzó el domingo a la tarde y continuó ayer. Nos encontramos con un local donde se comercializaban motos y repuestos de manera ilegal para venderlas en el mercado negro”, dijo el comisario Díaz.

El jefe policial contó que uno de los casos investigados se registró hace un mes en la esquina de las calles Moreno y Bolívar, donde un motociclista fue baleado por asaltantes que intentaron despojarlo de su rodado. “Fue un ataque violento. Le dieron dos tiros”, indicó.

“Este tipo de operativos es importante porque son robos graves en los que se usan armas de fuego y los asaltantes actúan con mucha violencia”, concluyó.

Estadísticas

El subjefe de Policía, comisario Francisco Picón, le había dicho a LA GACETA que las motos robadas son desarmadas y sus partes, vendidas. Incluso, explicó que las ofrecen en cuotas semanales a los jornaleros, con la promesa de entregarles luego los papeles.

En el informe que presentó el ministro Claudio Maley en la Legislatura, se pudo leer que en el primer semestre se denunciaba el robo de nueve motocicletas por día.

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