¿Se puede hacer turismo “pet friendly” en Tucumán?

¿Se puede hacer turismo “pet friendly” en Tucumán?

Viajar con las mascotas es una tendencia mundial y en las principales ciudades es común ver perros y gatos alojados en hoteles de lujo. El traslado en avión dejó de ser un problema hace rato. ¿Qué pasa con los hoteles en Tucumán? Algunos admiten abiertamente mascotas y otros, en cambio, analizan caso por caso. En los Valles, las cabañas y hosterías los reciben con los brazos abiertos.

¿Se puede hacer turismo “pet friendly”  en Tucumán?
15 Octubre 2018

No es exageración. Una de las primeras veces en recibir en sus cabañas a una familia que venía de viaje con sus mascotas, Lorena Escobar vio que del auto bajaron el perro, el gato, y el loro. Así, literal. “Para mí fue gracioso. Nosotros admitimos mascotas desde siempre, pero esta vez me llamó la atención que vinieran con todo”, recuerda con simpatía quien ahora está al frente de la Cámara de Propietarios de Hoteles y Afines de Tafí del Valle, y propietaria de un complejo de cabañas.

¿Estamos en condiciones de decir que Tucumán es un destino “pet friendly”, donde los viajeros pueden venir a compartir sus viajes con sus animales? La respuesta es: más que antes, pero no del todo. Todavía son pocos los alojamientos que cuelgan el cartel de “se admiten mascotas”, pero siempre es cuestión de conversarlo previamente, al momento de hacer las reservas.

“En Tafí del Valle, en general, todos los complejos de cabañas, posadas y hosterías admiten animales domésticos. En los hoteles es otra cosa. Hoy en día es un valor agregado recibir mascotas en los establecimientos, la demanda de ese servicio es cada vez mayor y creemos que irá en aumento, porque es una tendencia mundial. Hay gente que le gusta viajar con sus perros o gatos y otros que no tienen con quién dejarlos, pero es un servicio que aporta valor”, analizó.

En cuanto a los bares y restaurantes, tanto en los puntos turísticos como en la capital tucumana pasa algo similar: la enorme mayoría permite animales en la vereda, pero no en el interior, como si ocurre en otros lugares del mundo. Una proporción muy mínima no permite mascotas ni afuera ni adentro.

“Yo creo que es algo que va cambiando a pasos agigantados, porque el público motoriza esos cambios y si los empresarios no se ponen a tono, pierden. Son cosas que se van dando naturalmente. No existe una prohibición tácita al respecto (excepto en las áreas de producción de alimentos) y muchas veces los propietarios de hoteles, bares y restaurantes no lo hacen por miedo a que los otros clientes se quejen, no por la mascota en sí”, dijo por su parte Ernesto Gettar, presidente de la Unión de Hoteles de Tucumán. Él, además, gerencia el hotel Catalinas, que no es expresamente “pet friendly”, pero analizan caso por caso.

“Cuando nos hacen una reserva y nos preguntan si se puede traer una mascota, lo conversamos. Tiene que reunir ciertas condiciones. No son muchos los que lo piden, pero creemos que es algo que se viene y en dos o tres años la demanda será mucho mayor. Nosotros nunca tuvimos un inconveniente, porque son siempre animales muy bien educados, que no van a poner en apuros ni al dueño ni a nadie”, remarcó Gettar.

Él también tiene una anécdota llamativa. Corría el año 2003 y administraba el hotel de San Javier, cuando una mujer le pidió permiso para que su perro se sentara en una silla en la mesa, junto a ella. “Le pidió un bife, se lo cortó y el perro esperó la orden de ella para comenzar a comer. Comió con una prolijidad y delicadeza que nos dejó mudos. La verdad que eso me hizo darme cuenta de lo importante que son para algunas personas las mascotas”, contó. Del otro lado, le tocó que lo “rebotaran” en uno de los hoteles más importantes de la ciudad de Salta: “yo estaba de paso, y lo tuve que dejar al perrito durmiendo en el auto. A cada rato iba a ver cómo estaba”, recordó.

Christian Daens, responsable de alimentos y bebidas del hotel Sheraton Tucumán, contó que por el momento es muy escasa la demanda de pasajeros que viajan con mascotas, pero de que los hay, los hay. “Tienen que ser mascotas de menos de 8 kilos, una por habitación y pueden estar en los lugares comunes del hotel, siempre acompañadas de sus dueños. Siempre tuvimos buenas experiencias y ningún problema”, destacó.

Áreas especiales

Héctor Viñuales, presidente de la Cámara de Turismo y de la Federación Económica, también considera que hay que apostar por la hotelería que sea amigable con las mascotas. “Es un tema que se tiene que comenzar a imponer, porque si bien en el norte argentino todavía no hay tanta demanda para viajar con animales, es una tendencia mundial que se nos va a venir encima en el mediano plazo. En Europa y en las grandes ciudades del mundo es común ver animales en los hoteles y dentro de los bares y restaurantes, sin ningún tipo de problema”, comparó.

El empresario adelantó además que en el ala nueva de su hotel en San Javier está proyectada un área que esté preparada para viajeros con mascotas. Queremos explotar ese servicio, porque creemos que juega un papel importante en la elección de los destinos. Pero, al mismo tiempo, no queremos incomodar a quienes no deseen compartir la estadía con mascotas”, finalizó.

Viajá con tu mejor amigo

¿Se puede hacer turismo “pet friendly”  en Tucumán?

1- En buscadores online como Booking podés activar el filtro “Acepta mascotas” para ver sólo alojamientos con este servicio.

2- Antes de reservar leé bien las condiciones del alojamiento para llevar mascotas.

3- Algunos hoteles no explicitan ser “pet friendly”, pero si lo conversás al momento de reservar, es posible que llegués a un acuerdo.

Consejos

Viajar con las mascotas es una tendencia mundial y en las principales ciudades es común ver perros y gatos alojados en hoteles de lujo. El traslado en avión dejó de ser un problema hace rato. ¿Qué pasa con los hoteles en Tucumán? Algunos admiten abiertamente mascotas y otros, en cambio, analizan caso por caso. En los Valles, las cabañas y hosterías los reciben con los brazos abiertos

Qué dice la ley

Código alimentario argentino

La normativa respecto de la permanencia de animales domésticos en establecimientos gastronómicos está llena de grises. Oscar Gramajo, responsable de la Dirección de Control Ambiental y Bromatología de la Municipalidad capitalina, sostiene que en los salones donde se vende comida no debería haber mascotas, pero que en la vía pública es discutible. “En realidad, todo se vuelve discutible, según los usos y las costumbres de la gente. Antes era imposible que un perro entrara a una casa, pero ahora duermen con nosotros. Con los bares pasa lo mismo. En la vía pública no hay problema pero adentro, en principio, sería una falta al Código Alimentario Argentino. Pero si la mascota está arriba de las piernas de su dueño... yo no sé si un inspector sería capaz de decirle que no se puede...”, señaló. En concreto, el Código Alimentario Argentino, en su Capítulo II (Condiciones generales de las fábricas y comercios de alimentos), artículo 5.6, dice: “Deberá impedirse la entrada de animales en todos los lugares donde se encuentren materias primas, material de empaque, alimentos terminados o en cualquiera de sus etapas de industrialización”.

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