Nunca antes una investigación había llegado a tener un indicio tan importante como el que consiguieron para vincular el negocio del narcomenudeo con el fútbol. Personal de la División Drogas Peligrosas Tucumán de la Policía Federal logró desbaratar una organización que habría vendido marihuana, cocaína y pastillas hasta en el estadio de La Ciudadela. El sospechoso de dirigir el grupo fue vinculado por los pesquisas con La Banda del Camión, una de las facciones más importantes de la barrabrava del club San Martín.
“Cachiro”, acusado de ser el cabecilla, fue detenido junto a otros tres hombres luego de que se realizaran allanamientos en distintos puntos de la capital. En los domicilios de Chiclana al 500 y de pasaje Barrialito al 200, los invesigadores encontraron un kilo de marihuana, más de 500 gramos de cocaína, unos U$S 4.700, una cantidad no precisada de pesos nacionales y un revólver calibre 32.
En un departamento de Junín y Sarmiento y en dos viviendas de Lavalle al 1.800 y de General Paz al 2.100 no encontraron sustancias, pero sí elementos que servirían para probar los movimientos que desarrollaba la organización.
La investigación
Los policías, que actuaron bajo las órdenes de los comisarios Rubén Hernández y Jorge Luján, investigaron la causa que fue llevada adelante por el fiscal federal Carlos Brito. Durante la investigación, establecieron que “Cachiro” habría montado una estructura de comercialización telefónica de estupefacientes. Los clientes lo llamaban a él o a otras personas para hacerles un pedido y después se la entregaban a través de cadetes que trabajaban para la organización.
En el trabajo de campo descubrieron que el acusado también habría tenido una red de comercialización en el estadio de La Ciudadela. Cada vez que San Martín jugaba de local, según los datos aportados por los investigadores, podría haber contratado personas para que se movilizaran en las adyacencias del estadio para que vendiera la droga fraccionada.
El juez federal Daniel Bejas, con todos estos indicios, autorizó las medidas que terminaron con la detención de los sospechosos.
Esta no es la primera vez que detienen a un barra por estar acusado de comercialización de estupefacientes, aunque nunca habían logrado indicios de que vendían en el estadio.
A fines de los 90, la barra brava de Atlético se vio involucrada en el crimen de un policía durante una pelea en el ex bar Las Vegas. La Policía realizó un allanamiento en la casa de un tal “Gordo Sonora” por ese hecho, pero terminaron encontrando cocaína. El sospechoso, a raíz de su detención, perdió el liderazgo de la tribuna de calle Chile.
En 2010, la Policía detuvo a Julio “La Chancha” Acevedo, uno de los referentes de La Inimitable porque supuestamente tenía varios puntos de ventas en los barrios El Bosque, “El Sifón” y “Ciudad de Dios”. Después de permanecer más de un año preso, enfrentó a un tribunal. Los jueces lo terminaron absolviendo por las irregularidades que se cometieron durante el allanamiento. “Mi familia sufre una persecución policial. No somos barrabravas patoteros; somos hinchas de un club, gente de bien”, expresó en aquella oportunidad antes de recuperar la libertad. En 2016, en Aguilares, se produjo la detención de un tal “Castells”, sospechado de ser líder de Los Coreofos, una de las facciones de la barra de Deportivo Aguilares. Al acusado se le secuestró un kilo de cocaína y se le halló una plantación de marihuana en el fondo de su casa.
El último caso ocurrió en el sur de la provincia en enero pasado. En un procedimiento que también fue realizado por la División Antidrogas de la Federal, detuvo al líder de la barrabrava de Concepción FC. El sospechoso, según la causa, habría montado un quiosco en su casa que está ubicado al frente de una cancha de fútbol. Según la información oficial, el imputado organizaba importantes campeonatos de fútbol con el que habría atraído potenciales clientes.