El juicio por el asesinato de Javier Chocobar y las gravísimas lesiones a Andrés Mamaní y a Emilio Mamaní se encamina rápidamente hacia el final, a un un mes y medio de haberse iniciado, el 28 de agosto. El tribunal ya anunció que el proceso debe terminar, a más tardar, el 11 de octubre, justo un día antes de que se cumplan nueve años del crimen ocurrido en territorio de la comunidad Los Chuschagasta, en el paraje El Chorro, departamento Trancas.
El martes, el tribunal integrado por los jueces Wendy Kassar, Emilio Páez de la Torre y Gustavo Romagnoli se trasladó hasta el lugar para la reconstrucción de los hechos. También estuvieron la fiscala de Cámara, Marta Jerez, y los representantes de las partes.
A lo largo de las casi cuatro horas que duró la reconstrucción, los tres imputados, Darío Amín (que reclama esas tierras como propias) y los ex policías Luis Humberto Gómez y Eduardo Valdivieso confrontaron sus versiones con las de Delfín Cata, Genaro Chocobar, Emilio Mamaní, Alberto Orlando Cata y Lucrecia Cata, miembros de la comunidad que relataron cómo fue la pelea que terminó con la muerte de Chocobar.
Contaron que los tres acusados llegaron armados y que Gómez desenfundó una pistola cuando estaba discutiendo con Emilio Mamaní; que Delfín Cata -que estaba sacando fotos- se lanzó sobre Gómez cuando escuchó el tiro y logró desarmarlo (la pistola fue a parar a un montículo de lajas, a pocos metros). En ese momento, dijeron los testigos, Amín bajó la cámara con la que estaba filmando la escena y sacó su propia pistola, y que Valdivieso llegó corriendo desde la camioneta, con un arma en la mano, disparando y gritando “¡Policía!”.
Alberto Cata y Genaro Chocobar también recrearon qué movimientos hicieron para neutralizar a los tres hombres armados.
Para la medida judicial, que había sido solicitada por la querella, se realizó un importante despliegue de recursos que pusieron a disposición la Suprema Corte de Justicia de Tucumán y el Ministerio Público Fiscal a través del ECIF.
Los peritos demarcaron la zona donde se realizaría la medida, en un terreno montañoso con muy poca superficie plana, con un perímetro de seguridad de 4.000 metros, a través de lomadas, el lecho de un arroyo, un camino de tierra y parte de terreno escarpado que rodea a la cantera de laja.
Dentro de ese perímetro, se indicaron las sucesivas zonas de seguridad y localización de los participantes en la medida, los medios de comunicación y el público.
Como ya se anticipaba que la medida duraría varias horas y ante la posibilidad de que llueva, se instalaron tres gazebos, dos baños químicos, botellas con agua, un equipo electrógeno, 20 sillas, mesas y banquetas, reflectores de emergencia, además de las camionetas 4x 2 utilizadas para el traslado del Tribunal, los funcionarios judiciales y el personal del ECIF. Dos drones cámaras filmaron las escenas en todo momento.
Se reconstruyeron 10 versiones sobre dos momentos principales: uno sobre el camino de acceso a la cantera de laja y el otro en la misma cantera, donde fue asesinado Chocobar y donde se erigió un monumento en su memoria.
La audiencia se retomará el martes próximo, en la sala de debate, mientras el tribunal aguardar a confección de la planimetría a cargo del ECIF- se estima serán entre ocho 8 y 10 planos- prueba que los representantes de la defensa solicitaron que se incorpore antes de enunciar sus alegatos.