PORTO ALEGRE (enviado especial de LG Deportiva).- Muchos piensan que es poner la pelotita en el medio del círculo central y jugar. No, señor. El fútbol, cada día más profesional, protocolar y regido celosamente por una catarata de imposiciones técnicas previas, obliga a seguir a la perfección un glosario de requerimientos que las partes involucradas deben cumplir antes de llegar, precisamente, a poner la pelota en el medio y jugar durante 90 minutos o más. En líneas generales, un partido comienza mucho antes de lo que se cree. Días antes, de hecho.
Si la referencia para los hinchas es que Atlético visitará a las 21.45 a Gremio, para la directiva, la vuelta de los cuartos de final contra el campeón defensor de la Copa Libertadores arranca hoy, a las 11.
En realidad, esta revancha pasó por los escritorios hace bastante ya. Por disposición de la Conmebol, los clubes visitantes deben enviar una hoja de ruta detallada con sus actividades deportivas, además de horarios de salida, llegada y regreso. Incluso, la casa madre del fútbol sudamericano se preocupa celosamente de la seguridad de quienes participan en sus competencias. “Ellos quieren saber si hasta traemos personal de seguridad”, le comenta Hugo Bermúdez, gerente general del “Decano”, a LG Deportiva.
Pero lo que pasará hoy es mucho más amplio que enviar un mail a Luque y que de Luque lo reenvíen a las oficinas de prensa de Gremio. La charla técnica de directivos es la punta del iceberg de todo lo que se ve luego. Recordar: todo tiene un fin.
Bermúdez y Silvio Nava, el jefe de prensa, y uno de los médicos de Atlético se presentarán a las 11 en el estadio Arena Do Gremio. Allí se reunirán con personal de seguridad del estado de Rio Grande do Sul, con un enviado de la Conmebol, con el cuarto árbitro, dos médicos de antidoping y con sus pares de Gremio. En una pantalla gigante se repasarán puntos a seguir, como el tema de la ropa a usar por cada equipo. Bermúdez llevará una muestra de los conjuntos de Atlético. Lo mismo hará el local. Luego se pondrán de acuerdo qué color usar cada uno.
Este no es un tema menor porque Atlético no tiene una camiseta que se diferencie mucho de la titular de Gremio, por lo que podrían repetirse los uniformes de la ida.
En el mismo convite también se acuerda qué chalecos utilizarán los jugadores en el calentamiento previo, qué colores usarán después y cuáles quedarán destinados a la prensa y a los chicos que harán de alcanzapelotas. Los famosos ball boys son 12, en total, y cada uno tiene un sector asignado a cubrir.
Hay más. El horario de salida de cada delegación del hotel es un tema a resolver, lo mismo que el ingreso al campo; el himno de la Conmebol; la música del entretiempo; los saludos, etcétera. Mucho protocolo que, de no cumplirse, puede costar caro. Las multas se pagan en dólares.
Ojo al piojo
Suena increíble pero es real. Por reglamento del torneo, cuando los dos equipos salen juntos al campo, primero, deben realizar el saludo fair play, después sacarse la foto de rigor del 11 titular y recién ir hasta el círculo central para saludar al público. Caso contrario, habrá multa. “Ninguna es menor a U$S 10.000”, suspira Bermúdez. “Hay equipos que saludaron primero a su gente y después cumplieron con el pedido de la Conmebol y fueron multados”, agrega. Más: si un alcanza pelota es expulsado, el club anfitrión también deberá pasar por caja.
Lo que también debe respetarse es cuando un comisario de la Conmebol visita el vestuario con el cuarto árbitro designado y toma lista de los 18 futbolistas convocados. “Se lo nombra a (Cristian) Lucchetti, y Lucchetti deberá decir presente mostrando la camiseta que se acordó durante la mañana. Allí se corroborará de que Lucchetti es Lucchetti, con el documento en mano. Y así con el resto de los jugadores”. Jugar al fútbol no es tan simple como parece. Ahora conoce los motivos.