Sin diálogo no habrá salida
Eduardo Duhalde. Ex presidente de la Nación. Eduardo Duhalde. Ex presidente de la Nación. ARCHIVO
28 Septiembre 2018

Por Eduardo Duhalde, ex presidente de la Nación.-

En la Argentina es común que se hable de políticas de Estado, pero a la hora de gobernar siempre aparecen las mezquindades del PODER que provocan que los políticos se encierren en sus pensamientos, negándose a escuchar las soluciones que provengan desde otros estamentos doctrinarios.

Si nos concentramos en su definición: políticas de Estado son aquellas que forman parte de las estrategias centrales de un país y nunca varían a pesar del color ideológico de cada gobierno. Por lo tanto, encontrar el consenso para el establecimiento de desarrollos de largo plazo no es una tarea fácil, pero nunca diría imposible.

Como muestra de lo que acabo de mencionar basta con recordar lo que provocó en la España postfranquista los llamados Pactos de la Moncloa, un espacio donde representantes de todas las fuerzas políticas y territoriales como por ejemplo Adolfo Suárez, Felipe González y Santiago Carrillo, se concertaron para establecer las bases sobre las que el país iniciara el camino que lo llevaría, entre otras cosas, a formar parte de la Unión Europea.

Al igual que ellos, nosotros también realizamos nuestro intento. En 2010 hicimos, desde el Movimiento Productivo Argentino, un trabajo muy intenso sobre el tema. Para ello, reunimos en un Encuentro Nacional de Políticas Públicas a técnicos, expertos, representantes de las principales fuerzas políticas, dirigentes empresarios y obreros, como así también a integrantes de la sociedad civil, de la iglesia y diversas fundaciones dedicadas a la temática.

Trabajamos todos juntos en torno a una propuesta de diálogo que dio como resultado la presentación de una Agenda específica para resolver los desafíos del país en el mediano y largo plazo.

Los nombres fueron muchos y variados. De esta manera,  personalidades como Rodolfo Terragno, Margarita Stolbizer, Ernesto Sanz, Federico Sturzenegger, Francisco Cabrera, en representación del hoy presidente de la Nación, Mauricio Macri, y Ernesto Burzaco, entre otros, arribamos a importantes consensos en torno a las políticas públicas que por entonces (y aún hoy) necesitaba el país: controlar la inflación, mejorar la inclusión, la seguridad y aumentar la previsibilidad institucional. Los únicos ausentes fueron los representantes del gobierno nacional, quienes no aceptaron participar de las jornadas.

Ya pasaron ocho años y seguimos discutiendo los mismos temas y chocando con idénticas necedades. Y como una broma del destino, al igual que el kirchnerismo en aquel momento, que por estar al frente del Poder Ejecutivo decidió no ser parte del “Encuentro Nacional de Políticas Públicas”, hoy son los integrantes de Cambiemos los que rechazan toda posibilidad de participar de una mesa de diálogo.

Comparto estas reflexiones convencido hoy más que nunca, que es necesario que todos trabajemos para conformar una red de contención que nos ponga al margen de las tormentas que oscurecen nuestro horizonte.

Reitero una vez más y nunca me cansaré de hacerlo, es nuestra obligación evitar que la Argentina sea refundada cada cuatro años provocando que los sueños de los argentinos terminen siempre en fojas cero, es decir en punto muerto.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios