“Se acabó el Ministerio Público pasivo”

“Se acabó el Ministerio Público pasivo”

El especialista González Postigo dice que los fiscales deben disuadir y prevenir el delito.

28 Septiembre 2018

Leonel González Postigo extendió el certificado de defunción a la fiscalía “reactiva”, que actúa a partir de las denuncias penales que recibe. “Se acabó el Ministerio Público pasivo”, reiteró ayer varias veces el experto en el panel que coordinó el fiscal de Concepción, Edgardo Sánchez. En el ámbito de las 31° Jornadas Nacionales de los Ministerios Públicos que se desarrollan en esta ciudad, González Postigo enfatizó la necesidad de que los fiscales disuadan y prevengan los delitos, y de que trabajen mancomunadamente con organizaciones de la sociedad civil que puedan suministrarles conocimiento sobre los fenómenos criminales.

“El Ministerio Público está llamado a gestionar el 100% de la conflictividad”, opinó el experto en derecho procesal penal ante la audiencia congregada en el hotel Hilton Garden Inn. A modo de ejemplo, González Postigo planteó la posibilidad de que los fiscales trabajen con los vecinos del estadio de fútbol en los días previos a un clásico, cuando ya se sabe que habrá tensión antes, durante y después del partido. “La idea es dialogar para reducir el número de casos de violencia y de detenciones”, propuso. Y comentó que una estrategia preventiva similar había permitido a la Procuración General de la Nación disminuir el número de los secuestros extorsivos. “Lograron identificar los patrones de la conducta delictiva y alertaron a la población mediante una campaña de comunicación”, describió.

A contramano de la tendencia a incrementar las prisiones preventivas vigente en varias jurisdicciones del país, entre ellas, Tucumán, González Postigo afirmó que el Ministerio Público activo debía empeñarse en buscar medidas sustitutivas. “La prisión preventiva es la institución maldita del derecho procesal, como dice (el experto) Alberto Binder”, reflexionó. Y añadió que había que encontrar salidas cautelares distintas al encarcelamiento en un diálogo cercano con la víctima del delito. González Postigo sugirió que quien había padecido un hecho ilícito podía necesitar otro tipo de reparaciones. E interrogó: “¿la violencia doméstica debe ir siempre a juicio oral? En el contacto con la víctima pueden surgir otras formas de reparar el dolor que le causaron”.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios