“Fue una cosa de locos. El pum-pum de las armas nos hizo alarmar a todos. Después las sirenas, los policías, los gritos de las personas que lloraban. Este barrio ya parece una ciudad de México”, reflexionó María Laura de Medina.
El informe oficial dirá que un policía Federal mató al supuesto ladrón que intentó robarle la moto e hirió a su cómplice, en medio de un tiroteo en el que también resultó herida una mujer al ser alcanzada por una bala. Pero a los vecinos nadie les quitará la sensación de inseguridad y de terror con que se vive en San Cayetano.
Todo sucedió pasada las 22 del viernes. El cabo José Enrique Albornoz, de 40 años, hace una semana que se instaló en la provincia después de haber sido trasladado desde Buenos Aires (era custodio del Ministerio Público Fiscal de la Nación). Como aún le quedaba una semana de licencia, decidió subirse a su moto para ir a visitar a un amigo en Thomas Edison al 100. No lo encontró, pero se quedó charlando con el padre.
En ese momento, fueron sorprendidos por cuatro jóvenes que se desplazaban en motos. Dos de ellos, portando armas de fuego, los amenazaron a los gritos. Lo amenazaban para que les entregara el rodado. Pero el agente, que se encontraba vestido de civil, se identificó como Policía y los atacantes, según el parte policial, le dispararon. El cabo respondió el ataque.
El sonido de los disparos
“Empezamos a escuchar los disparos y salimos corriendo a buscar a nuestros hijos que estaban jugando en la vereda. Esta no es una zona alejada, sino que hay mucho movimiento. Lo que pasa es que estos chicos andan como locos buscando plata. No les importa nada. Disparan sin problemas. Pareciera que vivimos en las ciudades mexicanas que aparecen en la televisión”, dijo Juan Carlos García.
En el enfrentamiento, Ulises Herrera, de 17 años y con antecedentes, recibió un disparo en la nuca. El proyectil le salió por la frente. Quedó tendido en el suelo, mientras los tres cómplices huían a toda velocidad. Albornoz, conmocionado por la experiencia que había vivido, pedía a los gritos a los vecinos que llamaran a una ambulancia y que avisaran al servicio 911 para que acudieran al lugar donde se desencadenó el hecho.
Más conmoción
A los minutos de haberse producido tiroteo, y mientras comenzaban a llegar los policías, un joven alertaba que su madre, María Victoria Lobo, de 60 años, había sido herida de un balazo en una pierna. La mujer estaba comprando en un quiosco ubicado a dos casas del lugar donde se produjo el enfrentamiento.
“Ahí nos dimos cuenta de la gravedad del caso. No sabemos cuántos tiros se hicieron, pero sí que pudo haber sido una masacre. Se escuchaban los reventones de los tiros como si estuviéramos en medio de una guerra de narcos. Vi la serie ‘El Chapo’ y no había mucha diferencia”, agregó García.
El adolescente herido y la mujer fueron trasladados al hospital Padilla para ser asistidos. El menor murió al poco tiempo de haber arribado, mientras que la mujer fue atendida de la herida que sufrió. Minutos después, fue trasladado hasta el centro asistencial Joel Jesús Sale, de 19 años. Había recibido un balazo en la sien y el proyectil quedó alojado en el ojo derecho. Fue identificado como uno de los integrantes del grupo que habría intentado cometer el asalto, por lo que quedó aprehendido y con custodia policial. Su vida no corría peligro.