23 Septiembre 2018
AMIGOS. Héctor Pistone jugó en Boca y Raúl Giustozzi militó en los “Millonarios”. la gaceta / Foto de José Nuno
A 40 años de su paso por Central Norte, Héctor Pistone (69) regresó al “Jardín de la República”. Consideró que ya era el momento oportuno para reencontrarse con quienes, en aquella temporada de 1978, vistieron la camiseta de la entidad de barrio El Bosque.
El espigado ex arquero había comenzado su carrera en Almirante Brown de Isidro Casanova, y jugó dos temporadas en Boca (1976 y 1977). Durante estas, tuvo la dicha de estar presente en varios superclásicos. LG Deportiva aprovechó la visita para dialogar con él y para conocer sus vivencias en esos cruces.
El “Flaco”, como se lo conoce en el ambiente futbolístico, estuvo en el banco en aquel histórico partido con el cual el “Xeneize” se consagró campeón del Nacional de 1976: Boca venció 1-0 al “Millonario”, con el famoso tiro libre de Rubén Suñé. “Esa noche fui suplente de Hugo Orlando Gatti. Ese gol fue una avivada genial del ‘Chapa’, porque remató cuando Ubaldo Matildo Fillol no lo esperaba. Durante ese momento de tanta euforia, nunca imaginamos que 42 años después, el partido se terminaría convirtiendo en un mito”, señaló quien tras abandonar el fútbol, se dedicó al oficio que aprendió de chico: la carpintería.
Aprovechar las ocasiones
Respecto del partido de esta tarde, Pistone señaló: “históricamente en estos enfrentamientos, los antecedentes quedan al margen. Esto hace que el equipo que aproveche sus ocasiones de gol, conseguirá dar un gran paso para quedarse con los tres puntos”.
El deporte suele ser un ámbito donde se inician amistades que perduran para toda la vida. Precisamente, Pistone vino a Tucumán acompañado por uno de los mejores amigos que le dejó el fútbol: Raúl Giustozzi (68). Se conocieron hace casi cuatro décadas, en 1979, cuando jugaban juntos en Tigre. Giutozzi era lateral izquierdo, y se había iniciado en River, club con el cual debutó en Primera, en la temporada 1974. Hasta hace poco tiempo, incluso, fue director de la escuela de fútbol “Ángel Labruna”, de la entidad de Núñez.
“Qué lejos estamos de aquellos tiempos, donde la rivalidad de los dos equipos quedaba dentro del campo de juego. Yo no tuve problema en admitir que mi mayor ídolo en el fútbol fue un jugador de Boca: Silvio Marzolini. Si eso, ocurriera hoy, los hinchas no me lo perdonarían. Esto debe cambiar”, consideró Giustozzi.
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