Por Luis Duarte
21 Septiembre 2018
EN LA SALA DE AUDIENCIAS. El actual asesor de la Legislatura, Sergio Kaleñuk, declaró ante los jueces de la Sala III el miércoles y ayer. la gaceta / FOTOs DE JORGE OLMOS SGROSSO
El 4, 9 y 10 de marzo de 2006 se registraron en total nueve llamadas entre las líneas telefónicas a nombre de Sergio Kaleñuk, hijo del ex secretario privado del entonces gobernador José Alperovich, y de Gustavo “El Gordo” González, referente de la barra brava de Atlético. Un informe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) confirmó que los contactos se habían concretado desde la zona de calle Italia al 1.300 y desde el área del microcentro de la capital, entre otras, días previos al hallazgo del cuerpo de Paulina Lebbos en la ruta 341, en Tapia.
El ex secretario privado de Casa de Gobierno afirmó ayer en el juicio oral por el crimen de la joven y el encubrimiento del hecho, que tuvo en su poder sólo un teléfono en ese tiempo y que no recordaba que haya utilizado otro equipo. También expresó que el barrabrava se contactaba con él porque se trataba de “colaborar” en actividades de la comisión directiva, para gestionar la compra o para que regalen entradas a los “barras” cada vez que el equipo jugaba de visitante, afuera de la provincia. “Por eso, creo que alguna vez me había llamado este señor (por González)”, remarcó el ex directivo del club, quien ratificó que “nunca fue amigo y no había compartido cena o almuerzo”.
“Sí pude haber compartido lugar cuando Atlético jugaba afuera”, había dicho en la audiencia del miércoles. “Si jugábamos de visitante, las charlas eran para ver cómo se vendían las entradas o para que le regalen entradas. Ese era el tema de conversación, más que nada”, añadió
El domingo 12 de marzo, Atlético venció a Gimnasia (CDU) 2 a 0 en el estadio “Monumental”, por la fecha 9 del torneo Argentino A. Marcelo Zerrizuela y Santiago Sánchez anotaron los goles del conjunto que dirigía Andrés Rebottaro.
“No podría explicar esas llamadas (con González)”, respondió Kaleñuk, al ser consultado por los contactos registrados el 10 y el 11 de marzo. “Mi trato con él era por el club, referido a las entradas”, insistió el joven, de 39 años, quien actualmente figura como asesor de Presidencia de la Legislatura.
El auto rojo
Kaleñuk retomó su declaración ayer, tras presentarse como testigo el día anterior ante los vocales de la Sala III, Dante Ibáñez (presidente), Carlos Caramuti y Rafael Macoritto. Ante una de las preguntas de Macario Santamarina, defensor del imputado por el crimen, Roberto Gómez, dijo que creía que en 2006 conducía un automóvil Mitsubishi Colt de color rojo, “chiquitito”. “No estoy tan seguro, pero igual estaba a mi nombre, así que se puede buscar (verificar)”, añadió.
Por otro lado, el declarante reconoció que solía concurrir a boliches durante ese mismo año. “Salía frecuentar Recórcholis (en Yerba Buena. Creo que iba siempre ahí”, dijo. Además, replicó que no le gusta la zona de El Abasto.
La presencia en CC
El informe de la PSA también detalló contactos telefónicos entre las líneas del hijo de Alberto Kaleñuk, y Daniel Paz, ex chofer de José Alperovich. Hubo cerca de 15 llamados entre las 6.30 y las 15.45, el domingo 26 de febrero de 2006, día de la desaparición de la estudiante universitaria.
De acuerdo a datos de la causa, se habrían registrado continuos llamados los días posteriores a varias líneas de algunos imputados en el proceso oral.
“Ese día, había un programa de radio. Se hizo un programa que duró toda la noche. Sí, me llamaron el sábado entre las 22 y las 23 para una entrevista. La radio era la 93.9, el programa “Más Deportes”, relató. “Empezamos a vender a las 6 las entradas; tendría que haber llegado a Central Córdoba para vender, media hora antes. Si comenzamos a vender a las 7, media hora antes. Estoy casi seguro que eran las seis de la mañana. Imagino que debe estar en el registro el inicio de la venta (para los hinchas de San Martín).
Una de los defensores técnicos le consultó luego si se había comunicado con Paz en ese lapso de tiempo. “La verdad que, por los registros que investigó (el fiscal de instrucción, Diego) López Ávila, deben saber con quién hablé, con quién no hablé, si atendí o no atendí. No recuerdo”, contestó el testigo. “El señor López Ávila me investigó todo. Y sabe bien lo que hice ese día. Pero me es imposible saber qué hice ese día, si cené o no. Sí me acuerdo que me acosté temprano (por la noche anterior). Es difícil de saber qué hice, casi imposible. No me molesto, pero es difícil saber. No me molesto, pero tampoco me gustaría quedar como mentiroso o faltar a la verdad”, enfatizó Kaleñuk.
La Sala III decidió convocar a Rubén Urueña, presidente del club Central Córdoba.
Emilio Mrad, abogado querellante, explicó ayer que Kaleñuk había sido sobreseído, al prescribir la imputación por el delito de encubrimiento, no así en la investigación por homicidio en la causa de Lebbos. La figura de encubrimiento había sido encuadrada en la hipótesis de la “fiesta privada y una posible muerte de la joven, a causa de un hecho involuntario (la caída desde una mesa)”, según fuentes judiciales.
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