Recuerde: tienen la razón

Recuerde: tienen la razón

Cada vez son más comunes los episodios que violan la regla que exige respeto a los árbitros.

PREPARACIÓN. Al igual que los jugadores, los árbitros también hacen pretemporada y durante la época de competencia, se reúnen para unificar criterios y entrenarse. la gaceta / foto de analia jaramillo PREPARACIÓN. Al igual que los jugadores, los árbitros también hacen pretemporada y durante la época de competencia, se reúnen para unificar criterios y entrenarse. la gaceta / foto de analia jaramillo

Uno de los primeros y más importantes preceptos que se enseñan en el rugby es el de que “el árbitro siempre tiene la razón”. Tan humano y falible como cualquiera de los jugadores, entrenadores y espectadores que lo rodean, el referee goza de una presunción de certeza que resulta indispensable para evitar que cada partido sea una interminable sucesión de protestas.

Por desgracia, se trata de un mandamiento que cada vez se respeta menos, pese a que encabeza todos los boletines semanales de la URT y que en todos los clubes hay un cartel que se lo recuerda a quien ingresa. El reclamo a gritos -y en algunos casos, el insulto o la abierta acusación de favorecer al rival- se ha naturalizado de manera alarmante en los partidos de cada fin de semana, y no sólo en el nivel superior. También ocurre, y con mayor crudeza aún, en las divisiones juveniles.

El episodio ocurrido el fin de semana, cuando la parcialidad de Natación despidió al árbitro Álvaro del Barco con fuertes reclamos y un aplauso sarcástico por lo que consideró un desempeño favorable a Tucumán Rugby, que ganó el partido, es sólo el caso más reciente de un problema que afecta a todos los clubes, en mayor o menor medida. No se señala aquí a ninguna institución en particular, porque no existe ninguna que se salve de tener abonados a las teorías conspirativas de que tal o cual referee tiene un encono personal contra ellos y los perjudica cada vez que puede. Si existiera un ranking de “Grandes Éxitos” en las tribunas del rugby tucumano, ese sería el eterno número 1.

Cada vez peor

La situación no es nueva, pero de a poco se va tornando insostenible. Actualmente, el cuerpo de árbitros de la URT es por lejos insuficiente para cubrir todos los partidos que se disputan por fin de semana, de tal suerte que a muchos les toca dirigir más de un partido por fecha. Se trata de un déficit que se va acentuando año a año por una cuestión lógica: ¿a quién puede interesarle ser árbitro si esto no cambia?

Recordemos que los árbitros también son amateurs. Ellos se reúnen todos los lunes a la noche para analizar jugadas y unificar criterios. Además, se entrenan físicamente dos veces por semana. Y el fin de semana a veces dejan de ver jugar a su propio club para dirigir a otros. Lo único que reciben a cambio es un viático que a veces ni alcanza para cubrir los gastos de traslado, y de vez en cuando alguna palmada en la espalda. De ahí en más, críticas y acusaciones. Como sostenía Eduardo Galeano, los equipos pierden por culpa del árbitro y ganan a pesar del árbitro.

Generalmente, el argumento que se esgrime desde los clubes es que el nivel del arbitraje es cada vez peor. En eso también tienen ellos la culpa: a causa del destrato, algunos dejan el referato y cada vez se presentan menos aspirantes. A menor cantidad, el nivel necesariamente se resiente y los clubes se ven perjudicados por lo que ellos mismos provocan. Es una bola de nieve.

De todos modos, aunque el desempeño de un referee sea pésimo, ello no exime a nadie del deber de mantener la conducta. Ni jugadores, ni entrenadores ni espectadores. El respeto es uno de los valores que pregona el rugby, y eso también incluye a quien dirige. Cabe recordar que sin árbitro no se puede jugar. Por otra parte, desde la tribuna dirige cualquiera: con visión panorámica y sin estar corriendo para todos lados, algunas jugadas son más fáciles de ver. Lamentablemente, no son muchos los que se animan a entrar a la cancha y hacerse cargo.

Entonces, estimado lector, se le ruega encarecidamente que si va a la cancha, que sea para alentar a su equipo. Si es de los que no puede controlar lo que dice, entonces mejor no vaya. Tal vez debería probar con otro deporte, porque este claramente no es para usted.

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