Después de que el ex secretario de Obras Públicas José López fuera sorprendido arrojando bolsos con U$S 9 millones en un convento de General Rodríguez, la ex presidenta Cristina Fernández dijo que odió como nunca antes a nadie al tucumano. Hoy, después del procesamiento que le dictó el juez Claudio Bonadio, la senadora tendrá más motivos para despreciar a su ex funcionario.
Es que López, en la declaración que realizó al magistrado, y que se conoció del fallo judicial, dejó en pésima situación procesal, y política, al fallecido Néstor Kirchner y a la viuda del ex presidente. Los compromete en extremo, ya que se declaró recaudador de ambos en los casos de corrupción a partir de las coimas en la obra pública. Del santacruceño señaló que armó un entramado ilícito junto con una red de empresarios de la construcción y sobre Cristina confesó que le teme porque -aseguró- es una persona vengativa.
En sus dichos, el tucumano comenzó indicando que conoció a Néstor Carlos Kirchner y a Julio de Vido a fines de la década del ´80 en Santa Cruz. “Mi relación con Kirchner era de jefe, nuestra relación era estrictamente laboral. Nos llevábamos bien, nuestra relación era más competencia que amistad. Kirchner evitaba que los de abajo se juntaran mucho, si podía los hacía pelear. Cuando llega a la presidencia me convoca en primer término para ser Subsecretario de Vivienda y De Vido me pide que además sea Secretario de Obras Públicas, así que por más de un año estuve en ambos cargos manejando las dos cosas”, rememoró.
Aseguró que siempre fue de bajo perfil sin ostentar su cargo. “Me reprocho haberme dedicado las 24 horas al trabajo y a la política y sólo los fines de semana haberme dedicado a mi familia. Ahora estoy solo y vulnerable”, aseguró en su declaración. Luego especificó que las obras viales eran las de mayores montos que se manejaron en la Secretaría de Obras Públicas. Y explicó cómo era el sistema recaudatorio. “Durante el período 2005-2010 se desarrolla un sistema que consistía en recaudar y mi función era de coordinar con Daniel Muñoz para que él fuera el depositario de lo que las empresas que había nominado Wagner pudieran hacer su objetivo.
Los porcentajes variaban entre el 3%, 5% y rara vez el 7%, se desarrollaban en los anticipos financieros, y si no tenía anticipo financiero sobre los certificados. El anticipo financiero era el 10% de la obra y de ese porcentaje se cobrara el 5%. Las empresas que nominó Carlos Wagner, como Chediack, Iecsa, Vialmani, Perales Aguiar, Lossi y Wagner mismo eran las que componían lo que se llamaba la Cámara”, explicó.
Lo que sigue es textual de López: “en cuanto a la dinámica del sistema, las entregas a Muñoz eran de dos a tres veces por semanas entre U$S 100.000 a U$S 300.000, o euros. Cuando había una entrega, personas que desconozco pero que tenían relación con Muñoz, se comunicaban conmigo a un teléfono y me decían la hora y el lugar y el monto de las entregas. Yo no cobraba. Esa información se la transmitía a Daniel Muñoz, él controlaba el cumplimiento de las entregas. A mí me tenían que dar cuenta del cumplimiento de la obra y que cumplieran lo pactado en cuanto a la entrega del monto, (en) lo demás yo no me metía. Cuando se hacía la licitación yo llevaba los registros de qué licitaciones se habían ganado y quiénes estaban en el club, después tenía que informar el día y la hora. La carpeta de la licitación la llevaba Vialidad y estaba a cargo de Nelson Perioti, él llevaba adelante las licitaciones”.
“Hasta que murió Kirchner”
“En el mes de julio o agosto del año 2007 se hizo una entrega de una valija con alrededor de U$S 8 millones que era recaudación de obras viales. Esa entrega era para la campaña del año 2007; cuando había campaña se exigían los anticipos en un solo pago y así se lograba juntar mayor cantidad de dinero, esto era a requerimiento de Muñoz y de De Vido. Así se acumuló esa cifra importante. La persona que me explicó cómo era el sistema de recaudación fue De Vido, y me mandó a coordinarlo con Muñoz, porque era sólo con él, porque Kirchner siempre decía ‘la plata de la política es para eso, ni entre nosotros la hablamos’. Este sistema siguió así hasta que murió Kirchner. Hasta ese momento todo era mecánico, yo tenía reuniones con Wagner y él bajaba mis requerimientos; a su vez, siempre yo lo hacía bajo las pautas que fijaba De Vido”.
“En el año 2010 con la muerte de Kirchner, se suspende todo y en enero de 2011, me llama la Presidenta al despacho en Olivos en el sector de la jefatura de Gabinete, y me dice ‘podés ser parte del problema o de la solución’ y me muestra el cuaderno que siempre escribía Néstor. Kirchner era de hacer audiencias personales y lo que se desarrollaba en esas reuniones lo anotaba en esos cuadernos que solían ser marca ARTE. A Cristina le conté todo, que había un sistema de recaudación con las obras viales, le conté el mecanismo que en el resto de los sectores del ministerio lo conocía y que tampoco conocía el mecanismo del Occovi hasta que se fue Uberti, y le aclaré que después de Uberti no se recaudó más en el Occovi. Le conté todo lo que sabía, cómo era el mecanismo. No me dio ninguna instrucción. Según tengo conocimiento la operatoria de recaudación se detuvo por lo menos en cuanto a lo que a mí respecta. Hasta que en el invierno del año 2011 viene De Vido y me dice que teníamos que retomar la recaudación para la campaña de 2011 y que mi contacto era Roberto Baratta”.
“Con Baratta me comencé a manejar, a él le avisaba cuando alguna empresa no cumplía. En el sistema de la Cámara además de Wagner estaba Losi, que era el titular de la Cámara Vial. En el 2012 no tengo registrada participación, o sea yo no tengo registro de haber llamado a nadie para recaudar, yo no participé en las recaudaciones porque no había instrucciones. En el 2013 aparece en escena Sergio Massa como candidato sorpresa y ahí aparece un condimento nuevo, había que darle respaldo a las agrupaciones que no tuvieran intendente y que no jugaran para Frente para la Victoria. En este contexto De Vido y Baratta me dicen 'hay que hacer la recaudación y el que va a concentrar va a ser Abal Medina'. Me llamó así Abal Medina para que colaborara con eso, se lo consulte a la Presidenta y me dijo ‘hay que poner todo para ganarle a ese traidor’ refiriéndose a Sergio Massa. Así fue como tuve una participación política, coordinando con las agrupaciones. Alrededor de $ 100 millones en total junto con Baratta se juntaron de obras para la campaña 2013. En el año 2015, faltaban dos días para un acto y movilización en plaza de Mayo y me pide una reunión el Cuervo Larroque y me dice que necesitaba para el día siguiente $ 5 millones. Le dije que no tenía que hablar conmigo sino con De Pedro, se fue enojado, yo inmediatamente pedí una reunión con De Vido y me dijo que había hecho bien. Con relación al financiamiento de La Cámpora puedo aportar que conmigo y con el resto de los viejos que teníamos relación con Muñoz y Néstor, nos veían como la escoria. Desconozco si De Pedro conocía el sistema de recaudación. La organización de La Cámpora era atípica, Larroque, Julián Álvarez, y De Pedro tenían peso, Máximo lo manejaba más con el teléfono y Axel Kicilloff si bien estaba dentro del grupo lo veían como un técnico, pero tenía mucha más llegada a Cristina”.
Al convento
“A través de la Secretaria de Obras Públicas se hicieron 40.000 obras aproximadamente en los 12 años de gestión, el convenio de financiamiento se hacía con la provincia o el municipio, se remitían los fondos a la provincia, y de allí se pagaba. El presupuesto de la obra se dividía en cinco tramos, así se le enviaba el 20%, con eso comenzaba a ejecutar la obra y a medida que avanzaba la obra se iban otorgando los pagos. Con eso no se recaudaba por lo menos a nivel nacional, desconozco si la provincia. Deseo agregar también que en el año 2016, antes de la muerte de Daniel Muñoz se comunicó conmigo Fabián Gutiérrez quien fuera secretario de Néstor y de Cristina de absoluta confianza de ambos, que quería hablar conmigo. El encuentro se llevó a cabo en el hotel NH conocido como City Hotel, no recuerdo la fecha pero si puedo decir que fue unos días antes del 14 de junio. En esa oportunidad Fabián me manifestó que debía cambiar de lugar un dinero, no me manifestó la suma exacta pero supuse que se trataba de una suma grande. Conversamos un rato al respecto y barajamos lugares posibles, pensé, pero no le dije, en el convento donde a la postre lo llevé. El 13 de junio en la noche tarde se presentaron de parte de Fabián tres personas que me dejaron los bolsos que fueran posteriormente secuestrados, y se fueron. Yo estaba sumamente nervioso y paranoico tanto que más tarde no recuerdo exactamente la hora cargué el dinero en el auto así como el arma y me dirigí al convento donde lo que sucedió es de público conocimiento. Antes de eso cuando estaban las personas que me trajeron el dinero me hicieron tirar al río todos teléfonos que tenía menos los que me secuestraron porque esos eran personales míos”.
“Por temor a Cristina”
“No fui más preciso en algunas circunstancias en mis declaraciones anteriores; lo hice por temor. Por temor a Cristina Kirchner, persona muy vengativa a quien conozco hace mucho tiempo, como dije, temor a ser descubierto o delatado, temor sobre mi vida y la de mi familia. Quiero aclarar que cuando me contactó Fabián sin ninguna duda sabía que los mensajes u órdenes que vendrían con él provendrían de Cristina Kirchner más allá de que Fabián hiciera referencia a la mujer de Muñoz. Mi relación con Gutiérrez era de conocimiento pero sabía que podía operar para perjudicarme. Lo conozco desde la municipalidad. No le tengo miedo a él sino al contacto que él tiene, que es Cristina. A ella le temo porque es vengativa. Por ejemplo cuando a Daniel Varizat se le cayó el edificio en Rio Gallegos cuando estaban hormigoneando, y justamente él era el Director General de Obras Públicas, Cristina había dicho anteriormente respecto de esta persona ‘hay que meterlo preso a ese hijo de puta’. Fabián Gutiérrez era funcional a los dos, a Néstor y a Cristina, pero en ese momento la única viva era Cristina, la plata era de la recaudación, la plata no sé donde estaba antes de que me la trajeran. Si me llamaba Fabián era porque Cristina así se lo había indicado, Fabián era Cristina. Yo me preguntaba en ese momento porque me habían elegido a mí. Es obvio que creí que el dinero era de Cristina y que quien estaba enviando a Fabián era ella, y por eso le hice caso. Fue así como me dirigí al convento, y sucedió todo lo que es de público conocimiento”.
Luego manifestó que “Cristina le pidió que le cuente todo lo que venían haciendo, estamos hablando del sistema de recaudación. Mi relación con Cristina era buena entre 2008/2010. La gestión de gobierno en lo referente a las obras públicas en los años 2008/2010 lo manejaba Néstor, aunque ya no era presidente de la Nación, y hacíamos un doble reporte a Néstor y a Cristina. Sobre la recaudación con Néstor yo no hablaba, hablaba con De Vido. Cuando me pide que le cuente, le relaté cómo era el mecanismo de recaudación, le hablo de Wagner, de las empresas, de Muñoz y de todo lo que tenía registrado. Clarens era un cambista que las empresas buscaban para cambiar de pesos a euros y/o dólares. Los envíos de dinero de los empresarios, entre 2004 y 2010 la mayoría eran en dólares o euros, rara vez en pesos. De esa reunión con Cristina recuerdo que me mostró el cuaderno donde su marido anotaba todo. El tenía anotaciones de obras, inauguraciones, visitas, etc. Supongo que también anotaba montos, pero no lo vi. Ella me muestra el cuaderno y le cuento el sistema en el que yo participaba”. “Aclaro que 15 o 20 días después de la reunión de enero de 2011 de la que hablé precedentemente, nos citó Cristina a una nueva reunión en la que participó ella, De Vido y yo. Allí nos indicó que debíamos seguir profundizando la inversión en Vialidad Nacional y en todo el país y en particular en Santa Cruz. Eso me generó la convicción en primer lugar de que iba a ser candidata y con el tiempo, a mediados de 2011 De Vido me indicó que debíamos volver recaudar para la campaña presidencial de Cristina”.