El juicio por el asesinato del comunero Javier Chocobar dio un vuelco esta semana, cuando la fiscal Marta Jerez pidió que se impute por homicidio a Darío Amín (acusado como partícipe necesario), y que se acuse a Luis Humberto Gómez (único imputado por el asesinato) y a Eduardo José Valdivieso como partícipes secundarios en el crimen y en las lesiones a Andrés Mamaní y a Emilio Mamaní. El tribunal tomará una decisión al respecto la semana próxima.
El defensor de Gómez, Enrique Andrada Barone, reafirmó la inocencia de su cliente. En la filmación que hizo Amín el 12 de octubre de 2009, se puede ver que se acerca con la camioneta Land Rover (en la que iba con Amín y Valdivieso) a las tierras de la comunidad y “desiste de pasar”. “Van con actitud pacífica, llegan al portón y, como no les permiten pasar, regresan sin agresiones. Incluso, se escucha que Gómez dice ‘que les vaya bien’. Luego regresan a la cantera, por un lugar que, se supone, no estaba vedado”, añadió.
Según su versión de los hechos, varios miembros de la comunidad persiguen a Amín, Gomez y Valdivieso, y “se ve la agresión de (Andrés) Mamaní, que se acerca a menos de 30 centímetros”.
“En su visión bifocal tenía a Mamaní. En la visión periférica, hacia la izquierda, ve que alguien levanta algo (era Delfín Cata con una cámara de fotos). Gira, hace un disparo disuasivo al piso, se le cae el arma y no la recupera”, según el relato del defensor. “Además -dice- Chocobar venía lejos, como a 30 metros. No hay manera de que sea ese el disparo que lo mata”, insistió el abogado de Gómez.