El día que Luisina, su mujer, le contó cómo iba a llamarse su primera hija, él le sonrió y le entregó esa mirada de todo padre que espera que el pan llegue bajo el brazo. El día más esperado llegó, fue cuando Nery Leyes levantó en brazos a Prusia, cuyo nombre tiene una historia tan gigante como lo fue alguna vez el imperio prusiano. Prusia todavía no lo sabe, pero su nombre está ligado también al de su padre, al éxito que ha conseguido él con Atlético.
Porque su nombre, durante años, fue prácticamente dominador de todo el continente europeo. Lejos de Europa, pero viajando por el exterior, papá Nery y Atlético le pusieron un segundo apellido al “Decano”: América, por sus conquistas en la Copa Libertadores, la Sudamericana y también a nivel local.
De Prusia Leyes sólo tiene palabras ligadas al amor. De Luisina, ni hablar. “Mi nena tiene una buena mamá, ella se ocupa bien de la beba”, le cuenta a LG Deportiva uno de los leones de este Atlético que supo conquistar la afición extranjera con su fútbol en 2017 y que ahora está en proceso de escape de la tabla de abajo de la Superliga. El promedio es cosa seria en Atlético, y como tal, así se lo toma, más teniendo en cuenta que el que vendrá a visitar al equipo esta noche, a las 21, es Tigre, uno de los más golpeados en los números y al que habría que darle un empujoncito más hacia el abismo. “De ganar, nos posicionaremos muy bien en la Superliga, además de que nos acomodaríamos en el promedio. Es un partido bisagra, por lo que que significa el rival. Y también porque después tenemos dos partidos afuera”, reconoce el nacido en Tierra del Fuego, que de a poco ha ido ganando minutos entre los titulares y en la rotación dispuesta por Ricardo Zielinski.
Lo curioso para Nery es que se fue de vacaciones siendo fija, y cuando regresó debió pelearla de abajo. Barajar y dar de nuevo. “Esas cosas tiene el fútbol y hay que saber reponerse. Creo que el nivel, gracias a Dios no lo bajé. Considero eso. Después pasa por gusto del entrenador”, comprende Leyes, que alterna posición con Juan Mercier. Puede gustarle o no, pero acepta las reglas y siempre está dispuesto a pelearla porque, como reconoce, lo importante es el grupo, el conjunto. Por eso le va tan bien a Atlético.
La chance volvió a tocar su puerta; entonces desea aprovecharla. “Tomo esta nueva posibilidad como eso, como una nueva chance, como un examen que debo rendirle a mi equipo y a la gente, que siempre me ha y nos ha apoyado. Jugué poquitos partidos en el semestre, pero fueron bastante buenos. De a poco, no pierdo la fe, hay que ir metiéndole para adelante, así terminamos lo mejor posible el año”, reconoce en plural. Porque él no está en Club Atlético Leyes: Nery forma parte del Club Atlético Tucumán.
Prusia es parte fundamental de la historia de Alemania y de Europa. Desde su fundación como reino, fue una de las grandes potencias del continente. La Prusia argentina de apellido Leyes tiene apenas cuatro meses de vida, pero domina el mapa familiar. Conquistadora total. Sino, basta con consultar a sus padres, sobre todo a papá cuando debe viajar, que por su profesión suele ser bastante seguido. “Sin dudas que se extraña todo, tal vez más a la mamá que antes. Ni hablar de la beba. Ellas están ahí apoyando siempre y sufren cuando a uno no le toca estar o pasan cosas que no les gustan. Por eso, y por ellas, siempre hay que meterle para adelante.” En esa declaración de amor y de guerra, Nery expone su compromiso. Familiar y deportivo.
“Sería poco inteligente adelantar nuestras metas. Hay que ir partido tras partido. Hoy nos toca Tigre, que es sumamente importante, sobre todo pensando a futuro, para que el club esté muchos años en Primera”, reconoce el volante central. Con eso, deja al costado del camino las suposiciones de quienes creen que en el “Decano” están más atentos al martes, a la visita de Gremio por los cuartos de final de la Libertadores, que a lo inminente y urgente, la Superliga y el “Matador” de Victoria.
“Veremos qué partido se presenta. Tigre comenzó bien, quizás no supo cerrar sus encuentros, pero es un rival de cuidado”, sostiene Leyes, justo cuando el mediodía del jueves le dice que debe volver a casa, que allí lo esperan Luisina, Prusia y su madre, que vino de visita desde Chaco. “Mi vida cambió mucho desde lo familiar también”, reconoce el rubio. “Es algo totalmente distinto y se disfruta mucho más”, asegura este papá baboso. “Es que ella está haciendo todo bien, hace las cosas mejores que el padre, je. Así que no me puedo quejar.” Quizás Nery aprenda de Prusia y siga conquistas países con Atlético, como escudo y bandera.