El plan del Gobierno apunta a un mayor esfuerzo fiscal, con ayuda social

El plan del Gobierno apunta a un mayor esfuerzo fiscal, con ayuda social

Antes de que Dujovne anuncie las medidas, el Presidente dará un mensaje a la sociedad. El Ejecutivo avanzará con las retenciones; brindará más aportes presupuestarios para sectores vulnerables y hasta pretende hacer un acuerdo de precios con empresarios. Las enseñanzas de un tormentoso fin de semana.

EN OLIVOS. Dujovne habla con funcionarios en la puerta de la quinta presidencial. Fue un día difícil en la que se mencionó a Melconian como su sucesor. clarin EN OLIVOS. Dujovne habla con funcionarios en la puerta de la quinta presidencial. Fue un día difícil en la que se mencionó a Melconian como su sucesor. clarin

Un fin de semana frenético. Un superlunes decisivo para la gestión del presidente Mauricio Macri. Y una batería de anuncios que apuntan a dar mensajes, por doquier, de que la Argentina cumplirá sus obligaciones, con el menor impacto posible en la sociedad. El Gobierno quiere abrir otra etapa en la gestión, cerca de los 1.000 días desde que Macri llegó a la Casa Rosada. El propio Macri hablará muy temprano a la sociedad para comunicar el momento que vive la Argentina. Luego será el turno del ratificado ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el que se encargará de anunciar las medidas. Pero le hablará a tres públicos:

• Al mercado, para que el dólar no se dispare más allá de los $ 38 con los que cerró el viernes y se frene la devaluación del peso argentino y de las acciones de las empresas nacionales en el exterior. Esto tendrá un efecto parcial; Estados Unidos conmemorará hoy el Día del Trabajo (Labor Day), por lo que no habrá operaciones.

• Al FMI, para renegociar un acuerdo más flexible, que le permita al Gobierno limpiar el balance del Banco Central y, a la vez, manejar las reservas. De hecho, Dujovne, junto con el presidente del Banco Central Luis Caputo, viajará para reunirse mañana con el equipo del Fondo y buscar más fondos para enderezar el rumbo económico argentino.

• A la población, dividida entre rechazos y apoyos a la gestión, afectada por el nerviosismo propio de una crisis cambiaria que ha afectado la política. Aún más, parte de los anuncios están relacionados a congelar algunos precios de productos indispensables de la canasta familiar, con el fin de moderar la elevada inflación.

Dujovne anunciará las medidas antes de que arranque el mercado doméstico. Hasta anoche se mencionó que el ministro de Hacienda tenía previsto expresar que habrá retenciones generalizadas para el campo, las industrias y la minería, como una manera de obtener más fondos por el lado de los ingresos. Sin embargo, anoche, la diputada aliada a Cambiemos Elisa Carrió tuiteó: “no se toca el programa del campo de disminución de retenciones”. También se habló de la posibilidad de frenar la baja de aportes patronales y de modificar algunos aspectos del Monotributo. Además, se congelarían las disminuciones tributarias establecidas en la Reforma Impositiva.

Por el lado de la política, el esfuerzo fiscal estará dado por la disminución de una decena de ministerios del organigrama del Poder Ejecutivo. Paralelamente, el Gobierno buscará reforzar la asistencia social para sectores más vulnerables a los efectos de la inflación y de la devaluación de la moneda. Se trataría de un bono que se otorgaría a beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y un complemento financiero para los comedores comunitarios. Es probable también que el Ejecutivo y los empresarios acuerden el freno en el precio de los artículos de primera necesidad de las familias.

Según el ex presidente del Banco Central, Mario Blejer, el Gobierno debería impulsar “un acuerdo temporario de precios y salarios” para “frenar la espiral de aumentos”. Los analistas privados consideran que la inflación puede llegar al 40% hasta fines de año.

El terremoto en Olivos ha dejado ciertas enseñanzas. Según el analista Sergio Berensztein, la gestión del presidente Macri sigue mostrando problemas de coordinación y de comunicación de medidas. “Lo que necesita es mantener el control de la agenda y, este fin de semana, la ola de rumores se los llevó puesto, desdibujando el rumbo y causando confusión”, dijo a LA GACETA.

Al Poder Ejecutivo, en suma, le hace falta un vocero de la crisis, que mantenga al tanto a la población de lo que le pasa a la gestión.

Berensztein, no obstante, observa también algunas cuestiones positivas del momento. Mencionó las siguientes:

• El Gobierno entendió que está en una crisis severa y ya no lo niega.

• El Presidente está dispuesto a modificar los métodos para la toma de decisiones. Vuelve a mostrar flexibilidad para cambiar el equipo, algo de lo que era renuente.

• Con estas medidas, la Argentina se encamina hacia una reducción más rápida del déficit fiscal. La señal al mundo, sobre la política de austeridad, será más clara.

En medio de toda esta situación de la gestión de Cambiemos, Macri intenta fortalecerse a través de sus socios políticos, la UCR y la Coalición Cívica, pero además sin dejar de mirar a la oposición. Según trascendió, desde la Casa Rosada se reforzó el esquema de conversaciones con algunos referentes del Partido Justicialista, como una manera de acordar institucionalmente apoyos para la austeridad que se avecina en el año electoral.

Las metas

El Gobierno intenta avanzar con los recortes presupuestarios con el fin de convencer a los nerviosos inversores de que no habrá ningún problema para pagar la deuda. El objetivo es bajar el déficit fiscal primario del país en 2019 por debajo del objetivo actual del 1,3% del Producto Bruto Interno (PBI), acordado como parte de un préstamo del Fondo Monetario Internacional de U$S 50.000 millones.

“El mercado probablemente espere un presupuesto para 2019 que haga un esfuerzo creíble para eliminar el déficit primario”, dijo a la agencia de noticias Reuters Jeffrey Lamoreaux, analista senior en riesgo país de Soluciones Fitch en Nueva York, haciendo hincapié en subsidios y gasto social, e impuestos a las exportaciones, como formas de cerrar la brecha.

Tras asumir en diciembre de 2015, Macri eliminó los impuestos a la exportación de maíz y trigo, y comenzó a reducir gradualmente los gravámenes sobre la soja y derivados, que habían sido el centro de una disputa entre la ex presidenta Cristina Fernández y el sector agroexportador.

Las especulaciones sobre las medidas para gravar las exportaciones argentinas de maíz y trigo respaldaron los precios de los futuros de granos a nivel internacional el viernes en Chicago. La Argentina es el tercer mayor exportador mundial de maíz y soja.

Luciano Cohan, ex subsecretario de Programación Macroeconómica de Macri, comentó en su cuenta de Twitter que un 5% en los impuestos a todas las exportaciones, no solo a las agrícolas, arrojaría ingresos por entre U$S 3.500 millones y U$S 4.000 millones en 2019.

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