El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anticipó anoche que el lunes realizará una serie de anuncios tendientes a reducir aún más el déficit fiscal y subrayó que para bajar la “volatilidad” hay que “necesitar menos del mercado”. También adelantó que el mismo lunes viajará a Washington para negociar con el FMI.
“Vamos a avanzar el detalle técnico de los desembolsos adicionales del FMI para el 2019”, explicó.
“Estuve trabajando con mi equipo. Luego me reuní con el Presidente (Mauricio Macri) preparando el detalle de las medidas complementarias que vamos a estar implementando para avanzar en la reducción del déficit. Eso permitirá que la Argentina tenga menos necesidad de financiamiento el año próximo”, sostuvo el funcionario.
En declaraciones a la prensa en el Salón Sur de la Casa Rosada, el integrante del Gabinete agregó: “estamos convencidos de que la manera en que vamos a restablecer la tranquilidad de todos los argentinos es estar cada vez menos expuestos a la volatilidad del mercado necesitándolo menos”. Y añadió: “pretendemos despejar todas las dudas que puedan tener los inversores y los argentinos acerca del futuro”.
“Entendemos que hay un proceso de desconfianza en la economía argentina que, en nuestra opinión, tiene fundamentos sólidos pero que hay que reforzarlos”, enfatizó. Sin embargo, consideró que la actual cotización del dólar está sobrevaluada. “Este tipo de cambio ya exagera los fundamentos de la economía argentina. La Argentina es competitiva con un nivel de tipo de cambio inclusive menor a este”, señaló Dujovne.
Preocupación
Por otra parte, los estudios económicos privados ya modifican las cifras macro a la luz de los últimos cimbronazos. Los números no pueden ser definitivos en tanto continúe la turbulencia, pero los pronósticos de inflación ya parecen superar el 35% anual y la caída del PBI acercarse al 2%. “En última instancia, parecería ser que los mercados están esperando nuevas señales, y particularmente de orden político, por parte del Gobierno”, señaló a ámbito.com un veterano operador. Y advirtió que “difícilmente puedan mantenerse este nivel de tasas de interés (el Banco Central subió la de referencia al 60%) por mucho tiempo sin provocar quiebre de empresas y deterioro social”. Al respecto, la tasa al 60% implica una tasa cercana al 80% para la mayoría de las empresas.