Sin respuestas. San Martín se vuelve a Tucumán no solo con las manos vacías, sino también con interrogantes al por mayor. El 2-0 que sufrió en Rosario ante el equipo de Edgardo Bauza, puntero del torneo, fue un baño de realidad. Los goles de Walter Camacho y Fernando Zampedri –justo un ex Atlético- desnudaron de “un saque” las falencias del “Santo”, que empezó a pagar un alto precio por el cambio de categoría. Con el modesto nivel que tiene se siente. La Superliga es otra cosa.
Pese al cuadro conformado por el pobre rendimiento y el resultado en contra, Darío Forestello prefierió ver el vaso medio lleno. “Hicimos un buen partido ante un gran rival. Así y todo, en el mejor momento nuestro nos convirtieron. Si bien el partido era parejo y no estaba tan incómodo para nosotros, es verdad que en el segundo tiempo tal vez no llegamos con claridad”, aseguró “Yagui” antes de abordar el micro que transportaría al plantel “santo” de regreso a nuestra ciudad.
Protagonismo
San Martín jugó una primera media hora aceptable. Se sabe que el DT pide protagonismo a sus equipos. Y en la misma medida que Central se mostraba lento e impreciso, el “Santo” fue ganando terreno. “Mejoramos respecto al partido anterior contra Unión, más allá de que la semana pasada empatamos. Tuvimos mejor tenencia de balón. Siempre las condiciones del partido te pueden jugar a favor o en contra, el (primer) gol de Central, cuando no lo merecía para nada, cuando nos habíamos hecho dueños del partido, cambió esas condiciones. Duele porque su gol llegó por una segunda pelota”, aseguró el entrenador.
Con el resultado en contra y la necesidad de arriesgar un poco más, teniendo en cuenta que el “Canalla” no se sentía a gusto con el trámite de juego, caía de maduro que Forestello movería el banco en el intervalo. Allí apostó por el vértigo de Gonzalo Rodríguez. Y más tarde por Nicolás Giménez y Marcos Figueroa. Pero San Martín siguió careciendo de ideas (pocas veces sus jugadores acertaron a dar más de dos pases seguidos y sólo se destaca la búsqueda de Matías García), además de profundidad (en el segundo tiempo, solo remató al arco una vez). Y lo que faltaba: el “Santo” se desinfló físicamente, la “grieta” con su rival en este aspecto se hizo grande y profunda a medida a medida que pasaban los minutos. Algo llamativo, y un dato para tener en cuenta, porque la parte física también fue un punto en contra en el debut contra Unión.
Otra mirada
Con respecto al tema físico, Forestello decidió plantar bandera, y tirar por la borda la idea de la merma en el rendimiento de sus pupilos. “No creo que San Martín haya decaído en el segundo tiempo. Central modificó su forma; quisimos entrar a nuestra manera pero no lo pudimos hacer. Y se nos hizo más difícil con el gol, pero en ningún momento pasamos ninguna incomodidad… Hay que jugar de igual a igual, aunque sabemos que estos partidos se pueden perder. Hay que tener los pies sobre la tierra”, dijo “Yagui”.
El 2-0 pegó duro en el ánimo de todos en La Ciudadela. Jugadores, dirigentes y hasta algunos hinchas mostraron signos de preocupación tras la derrota. Pero Forestello, como capitán del barco, se encargó de levantar la cabeza y hacer que todos se pongan de pie. “Estamos tranquilos, con el objetivo claro de dar vuelta la página y de entender que tenemos que trabajar y pensar en Gimnasia. Es un partido importante, ante un rival de fuerzas parecidas”, concluyó “Yagui” sobre un paso en falso que debe servir como enseñanza de cara al futuro.