Rutas, obras y corrupción
Después de leer en LA GACETA la emotiva nota al ingeniero y deportista Hugo Shaw (17/8), no pude dejar de recordar la tragedia donde murieron mis hijos y futuro nieto en la fatídica RN34, llamada, como tantas, ”Ruta de la Muerte”. Huguito puede contarla y estremece leer el relato de lo vivido y padecido durante años. Mis hijos no tuvieron oportunidad contra un camión que circulaba por el medio de una curva que no pudieron evitar. Pero eso ya es historia. La ruta nacional 34 cobraba peaje sólo para recaudar a una caja invisible. Ni una obra. Ni corte de malezas en las banquinas. Sólo llegar al puesto de peaje en medio de enormes cárcavas de pavimento hundido y deformado, era muestra de lo que se podía esperar en la ruta. El ancho de la calzada tenía 7 m. ¡Cuando dos camiones ocupan con los espejos más de 6 m! Imaginen un cruce entre dos de estos. ¿Qué margen de error queda en los cruces? Ninguno. Ni un pestañeo. Intentar pasar un tándem de camiones es sólo para avezados conductores. Y si se considera que un alto porcentaje, no está capacitado para manejar en ruta, es que ocurren tantas tragedias por culpas compartidas. Inducidas por un estado indolente e incapaz. Pasaron 14 años y no escuché que la principal conexión con el NOA, la RN34, o la RN9 tenga en ejecución una autopista decente. Todo queda en buenas intenciones. Frente a la enorme cantidad de camiones y automóviles que hoy circulan, al estado sólo se le ocurre recaudar con negociados de peajes absurdos. Sólo para eso importa el número de vehículos. Autopistas que ya son imprescindibles. Considerando que los costos de construcción son bajos frente a la cantidad de obras con sobreprecio no construidas o en lugares innecesarios que se hicieron en los 12 años del gobierno anterior. Y hoy después de ver la enorme cantidad de millones de dólares desviados con otros fines, provoca una gran decepción entender de lo que son capaces los políticos de este retrasado país. Más de 8.000 muertos anuales en rutas, lo que es equivalente a un avión de pasajeros lleno por semana. Si fueran aviones, sería un escándalo por la conmoción. Pero al ser muertos dispersos y anónimos, a los gobernantes, que no usan rutas, les importa muy poco. De paso, ya que las autopistas terminan lejos, sería importante trabajar para Tucumán, ya que sólo hay ideas de proyectos, lo que vaticina que nada será concreto y menos en las actuales circunstancias. Una autopista al aeropuerto se considera, pero no hay recursos. El tramo de autopista de la salida por RP 306 a Las Termas (¡4 km!) En espera. Ni ensanchar el puente de avenida Sarmiento. Es un vuelto eso. Para obras faraónicas de índole política sí se trabaja, y mucho. Mientras vivimos en una provincia sumergida en líquidos cloacales, rutas y calles destruidas, y con un abandono visible, con la que se pretende atraer turismo. Olvídense. Los gobernantes debieran conocer Córdoba y ver si les cae alguna idea. Por ahí en algunas décadas Tucumán esté mejor que hace 50 años.
Daniel Mas [email protected]
Ambiente partido por la mitad
Los ambientalistas vamos a hacer un pequeño diagnóstico sobre nuestro vapuleado medio ambiente: realmente es lo que los mayores estamos dejando a las generaciones que nos siguen; sí, un medio ambiente, es decir un ambiente partido a la mitad. El diagnóstico es el análisis que se realiza para determinar cualquier situación y cuáles son las tendencias, simplifiquemos: 1) Quema de cañaverales: goza de buena salud y en vía a incrementarse. 2) Tala: salud óptima en todo el pie de monte por el Oeste de la provincia, incluso algunos funcionarios municipales son grandes depredadores de especies hasta en la misma capital. 3) Basurales: evidentemente la histérica escoba loca no dio su fruto y el proyecto “basurales cero” fue eso, solamente cero, pero los basurales también van creciendo en forma desmesurada y a un ritmo constante. 4) Entradas a la ciudad: impresionante presentación de lo que es San Miguel de Tucumán; los turistas llegan, miran los basurales y deciden irse a otras provincias limítrofes. Algunos piensan si Tucumán es así de afuera, cómo será de adentro y mucho no se equivocan. 5) Industrias: siguen tirando sus efluentes crudos al lecho del Río Salí; ingenios y citrícolas brindan su gran aporte aromático al ex “Jardín de la República”. 6) Lluvia negra; Realmente una exposición turística única, ver caer del cielo “lluvia negra”, fruto de acciones desaprensivas y criminales. 7) SAT: sin palabras, ni letras, lo único bueno que aportó la SAT es que demostró que sirve de caballito de batalla para ganar bancas legislativas. Si se hace alguna excursión al cerro San Javier se ve el manto azul oscuro que recubre la ciudad. Todos los tucumanos contaminados y expuestos a cientos de enfermedades. Pobres nuestros pulmones. Medio ambiente es lo que les vamos a dejar a los que nos siguen. Ellos irán a pisotear nuestro accionar a nuestras tumbas y con razón. Lo que se plantea no es apocalíptico ni bíblico; es la realidad. ¿Quién se hace cargo? Lo único que cambiará el rumbo descontrolado y que esto sea una bola de nieve en bajada se llama “decisión política”; mientras no exista eso, ya sabemos lo que nos espera.
Pedro Martínez
Por una ciudad más amigable
He leído el editorial de LA GACETA “En busca de una ciudad más amigable” (19/8). Comparto lo expresado, de que nuestra capital está hecha para los automovilistas y motociclistas y que no se tiene en cuenta al peatón. Los más vulnerables en el sistema de tránsito son los peatones y en nuestra ciudad están abandonados a su propia suerte. Debido a que el número de vehículos motorizados y la frecuencia de uso de los mismos han aumentado notoriamente y que se descuidan las necesidades de los peatones, las personas que se desplazan a pie corren cada vez más riesgos de sufrir percances de tránsito. Si además se tiene en cuenta que no se respeta la legislación vigente en la materia, la situación se agrava. Un claro ejemplo de que el transeúnte en San Miguel de Tucumán es el paria de la seguridad vial, lo tenemos en la calle Jujuy al 3.200 y sus inmediaciones, donde cruzar esta arteria se ha convertido en una odisea y en una misión casi imposible. En la intersección con el pasaje Artaza, si bien hay en funcionamiento un semáforo, no hay demarcadas sendas peatonales y falta una isla para proteger a las personas que la cruzan. Los riesgos están presentes y a la vista de todos, excepto para los funcionarios del municipio, que evidentemente padecen de ceguera. Cuando es atropellado, el peatón es quien lleva la peor parte. Puede suceder que: 1) Golpee contra el vehículo. 2) Que sea aplastado por las ruedas. 3) Que sea despedido lejos del móvil para caer y golpear contra el suelo. Las consecuencias serían: traumatismos cerebrales, lesiones ultracraneanas, heridas abiertas, fracturas de rótulas, tibia o peroné y lesiones internas. Puede haber también daños psíquicos, emocionales y otros. Además, están los impactos sobre los familiares de la víctima y de su entorno, que son impredecibles.
Juan Francisco Segura
Corrupción “democratizada”
Insistiendo con el punto central de la problemática que acosa a la Argentina y sus habitantes, que es el populismo con su correlato inevitable que es la corrupción, es dable puntualizar lo siguiente. Para desasosiego de los fanáticos que se encolumnan en el “roban pero hacen”, corresponde advertirles que ninguna sociedad ha logrado arribar a las tranquilas aguas del desarrollo si en ellas se generan la corrupción y la impunidad. El populismo se corporizó a partir de un fachismo a la criolla que derivó en esta forma de gestionar y actuar tan especial, tan vigente que a pesar de los intentos que se hubieren realizado, sobrevive. Se debe tener en cuenta que a partir del año 1946 se dieron dos fenómenos importantes: uno bueno, que gente del último estrato que no sólo estaba excluida y sumergida, sino que directamente “no existía”, se hizo visible y entró a formar parte del conjunto social; el otro fenómeno, no es tan bueno, debido a que las trapisondas y mañas non sanctas que estaban reservadas a aquellos del nivel superior, llegaron a todos los sectores: o sea se “democratizó” (popularizó) la corrupción. “Siamo tutti bene”. Así, no es extraño que se pueda llegar a añorar a la ex presidenta. La corrupción y sus lacras colaterales han penetrado más en la política, los organismos de seguridad, el sindicalismo y la Justicia. Todos estos males siempre han comenzado por los estratos superiores y se han derramado hacia abajo; la ejemplaridad ha dejado de ser una prioridad para lo público. Lo grave de esta perversión y esta aberración social es que se ha profundizado y tiene permanencia por la inexistencia de castigos efectivos, además de la falta de decisión respecto a la extinción de dominio sobre los bienes mal habidos.
Mario A. Ricci
Pasaje Thames 4.472, San Miguel de Tucumán
Lo que abarca la corrupción
Nos olvidamos de que los gobernantes son los representantes del pueblo. La mayoría elige qué tipo de políticos debiera gobernarnos. Si los gobernantes son un grupo que forma parte del pueblo y ellos son corruptos, por obviedad el pueblo es igualmente corrupto. Y es así. ¿Quién no coimeó a un agente de tránsito? Ese es un corrupto. ¿Quién no exigió una factura cuando hizo una compra o pidió comprar en negro para evitar pagar el 21% de IVA? Ese es un corrupto. ¿Quién no buscó algún amigo para aligerar algún trámite administrativo? Ese es un corrupto. ¿Quién no tiene una empleada doméstica fuera del sistema provisional? Ese también es un corrupto... Entonces... Creo que es tiempo de generar una reversión absoluta. Es la oportunidad de invertir nuestras conductas para dejarles un ejemplo diferente a nuestros hijos. Es tiempo de mostrarles que lo que estuvimos viviendo es lo que no debe ser. Es insostenible e insustentable. Llegaron los tiempos de reflexionar y accionar en consecuencia.
Ana Cabbad
Usurpaciones en El Cadillal
Durante este fin de semana di unas vueltas por la zona de mi querida villa El Cadillal y con sorpresa vi que pasando el muro del dique a mano izquierda las usurpaciones no paran. Vi cómo desmedidamente están desmontando bosque virgen que supuestamente es zona protegida. Ante esto fui por la comuna y según ellos ya hicieron las presentaciones pertinentes a Turismo, a Flora y Fauna y a Fiscalía de Estado y nadie hace nada hasta ahora. ¿Qué hay que esperar? ¿Que se destruya todo y sea irrecuperable la zona, o qué? Espero que algún funcionario responsable de esto me responda.
Norberto Sicardi