Ni pasadizos secretos, ni bóvedas escondidas. Durante el allanamiento realizado en el departamento porteño que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner posee en Recoleta (en la intersección de las calles Juncal y Uruguay), los investigadores descubrieron un detalle que les llamó poderosamente la atención.
“El vestidor tiene la puerta blindada”, reveló al diario La Nación un funcionario al tanto del resultado de los operativos. Dentro, no hallaron nada de valor. Como en el resto del inmuebles de la ex funcionaria que fueron allanados, no había dinero, ni joyas. Pero el dato circuló entre quienes participaron del trabajo.
El allanamiento en el departamento se extendió por 13 horas. La policía no secuestró nada, pero se revisaron paredes, techos y pisos con el objetivo de buscar elementos de prueba y “corroborar” las declaraciones reunidas en la causa.
Los investigadores hicieron una valuación de cuadros y “artesanías”. No dieron con dinero ni otros objetos de valor. El inmueble no estaba ocupado. Se usaron escáneres y boroscopios, que son accesorios para ver a través de pequeños huecos.
“Los operativos fueron muy largos porque había que mover muebles y revisar todo con mucho cuidado”, dijeron fuentes que conocían lo que pasaba en el allanamiento.
En El Calafate
Por su parte, efectivos de la Policía Federal y la Gendarmería completaron ayer el allanamiento en la casa de Cristina Kirchner en en El Calafate, el “lugar en el mundo” de la ex Presidenta, aunque por su importante extensión no lograron finalizarlo y continuará hoy.
El procedimiento se había iniciado durante la tarde del viernes y era el tercer y último en las propiedades de la senadora, ordenado por el juez Claudio Bonadio en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas.
El operativo no pasó inadvertido en la tranquila localidad de El Calafate. A la vivienda rodeada de álamos los efectivos de la Policía Federal y Gendarmería llegaron el viernes después de las 15.30, pero recién varios minutos después entraron a la casa de la ex mandataria. Junto al jefe del operativo caminaba uno de los abogados de Cristina. Llevaron perros de la Aduana y de la AFIP, que recorrieron el predio y el interior de la vivienda.
Cuando iniciaron con el operativo había alrededor de 50 personas afuera de la casa en la villa turística, y se generaron algunos momentos de tensión pero nada interrumpió el trabajo de las fuerzas federales que se prolongó hasta avanzada la noche.
El operativo realizado es similar al que se ejecutó en la casa de Río Gallegos y del barrio de Recoleta en Buenos Aires, también propiedad de la senadora. La orden de allanamiento indica que se debe tener en cuenta todo aquello que sea relevante para el expediente.
El personal de las fuerzas, según reveló el diario Clarín, realizó tareas ambiente por ambiente de la propiedad y allí escanearon todas las paredes, se revisaron los techos y pisos. Este trabajo demandó “remover todos lo que había en cada espacio desde cuadros hasta muebles”, explicaron fuentes judiciales.
La tarea incluyó inspeccionar techos y confeccionar un plano del lugar que permitirá “constatar los dichos de los testigos con la distribución de las habitaciones”. Asimismo, se recorrieron los jardines con los perros de la AFIP y en el registro de la vivienda se analizó si hubo modificaciones en la infraestructura.
Esta propiedad fue denunciada por tener una presunta bóveda. Esta semana, el ex vicegobernador de Néstor Kirchner en Santa Cruz, Eduardo Arnold, reiteró que la propia Cristina le indicó que en un espacio de la vivienda iba a instalar unas cajas fuertes que habían comprado al Banco Hipotecario de Río Gallegos. Arnold recordó que al pasar por dicha propiedad le llamó la atención “un ámbito muy grande de diez metros de diámetro aproximadamente”.