Energía: la palabra que simboliza los déficits y desvíos atribuidos al ex ministro kirchnerista Julio de Vido. Una obra pública multimillonaria licitada por la gestión de Cambiemos. Una provincia gobernada por el justicialismo. Los cuadernos de las coimas. La promesa de que las tarifas dolerán menos...
Estas y otras circunstancias confluyeron en la décima visita que el presidente Mauricio Macri hizo a Tucumán, y que tuvo como actividad central el recorrido de las instalaciones que YPF Luz añadió a la Central Térmica “El Bracho”. En ese escenario y con una infraestructura reluciente como telón de fondo, el jefe de Estado prometió que habrá energía barata y volvió a pedir transparencia a su anfitrión, el gobernador Juan Manzur, en particular, que publicite los datos relativos a su gestión (ver “El acceso a la información pública...”).
Fue un acto breve -no duró más de 17 minutos en total- con una espera larguísima. Macri y su comitiva reducida se desplazaron con sigilo: visitaron una plantación de arándanos, y dejaron con las manos vacías a quienes los aguardaban en Benjamín Paz y Alpachiri (ver página 6).
En El Bracho, el Presidente pasó la mayor parte del tiempo “encerrado” en los edificios de YPF Luz junto con el gobernador y con Miguel Ángel Gutiérrez, presidente de la compañía. Luego paseó por las instalaciones, dio el discurso y se retiró. Por lo que se pudo ver, en ese período corto de tiempo anduvo en tres clases de vehículos distintos: una camioneta blindada, un carro de golf y un helicóptero.
Tras recordar que cuando llegó a la Casa Rosada se encontró con un desastre energético (un esquema subsidiado que dependía de la importación y prestaba servicios deficientes, según describió), Macri dijo que, sin perder tiempo, comenzó el desarrollo de “activos” como la reserva de gas y de petróleo de Vaca Muerta.
El Presidente reiteró que en enero Argentina va a retomar la exportación de gas a Chile: “estamos hablando de miles y miles de millones de dólares, pero eso no es lo más importante, sino que, detrás de ese dinero, va a haber cientos de miles de puestos de trabajo. ¿Para quiénes? Para los argentinos. Para que desarrollemos eso que nos dio Dios, que nos va a permitir exportar y producir energía más barata para nosotros”.
Macri citó la obra pública de El Bracho como un ejemplo del cambio en marcha en el Gobierno nacional. “Hubo una licitación donde pudieron competir empresas de todo el mundo, incluyendo nuestra YPF. Y se comprometieron en tiempos, en inversión y en resultados. Aquel que no cumplió tuvo que pagar una multa y se hasta llegó a rescindir (los contratos)”, detalló.
A continuación, abordó la megacausa de los cuadernos de las coimas: “cuando aparecen estas situaciones que estamos viviendo con estos cuadernos, yo sé que eso les trae mucha tristeza a los argentinos. Porque nos sentimos mal porque tomamos ‘testimonio’ de lo que hemos vivido, pero también quiero decirles que tenemos que estar orgullosos de haber sacado la verdad y de haberla puesto realmente sobre la mesa”.
El Presidente aseguró que en el presente había otras condiciones de vinculación de las empresas con el Estado y “otra institucionalidad”: “no es cierto que no vamos a poder cambiar. Tenemos que asumir que ya cambiamos y que podemos trabajar con transparencia respetando los contratos y la sana competencia, y cuidando el dinero de todos los argentinos”.