La incertidumbre brasileña sigue contagiando a los mercados locales. Ayer, el dólar siguió su imparable tendencia alcista y cerró esta corta semana con un alza de 50 centavos, lo que lo ubicó en un nuevo récord de $ 31,49.
El alza se produjo en sintonía con el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), donde la divisa se disparó 41 centavos a $ 30,90, en una rueda donde factores locales y el nuevo derrape del real en Brasil se alinearon otra vez para potenciar la caída del peso en el mercado doméstico, pese a puntuales incursiones de la autoridad monetaria en los mercados de futuros. En la semana, avanzó $ 1,05, la segunda suba semanal más importante desde junio pasado, según evaluó ambito.com.
Los precios se movieron siempre en un sentido ascendente -una característica de toda la semana- que tuvo algunos momentos de caídas cuando puntuales intervenciones oficiales en los mercados de futuros moderaron la corrección.
Los mínimos se anotaron en los $ 30,30, diecinueve centavos debajo del final previo. La temprana aparición de órdenes de compra destinadas a cubrir posiciones, luego, fueron imponiéndose en el desarrollo de las operaciones provocando una escalada en su cotización que poco a poco desplazó la curva de su cotización hacia arriba, anotando nuevos máximos históricos. La presión de la demanda se acentuó en el último tramo del día haciendo que el tipo de cambio registrara los máximos en los $ 30,91.
Desde la consultora PR Corredores de Cambio, se indicó: “la dolarización de portafolios se mantuvo muy intensa generando una demanda que no pudo ser satisfecha por la oferta en el mercado y que lo llevó a tocar máximos que superaron todos los registros anteriores”.
La consultora agregó también: “a los factores locales se sumó, como se vio en los últimos días, el renovado derrape del real en Brasil, un dato que coadyuvó a media mañana para sostener e impulsar la demanda por cobertura”.
Según PR Corredores, “la estrategia oficial repitió su esquema de los días anteriores, con moderadas incursiones en los mercado de futuros que no tuvieron por objeto alterar el sentido de la evolución de los precios, aunque por momentos intentó moderar sin mucha suerte el salto experimentado en la jornada”.
Más alzas
En el mercado de dinero entre bancos, el “call money” se operó en 42%. En “swaps” cambiarios se pactaron U$S 50 millones para tomar y/o colocar fondos en pesos mediante el uso de compra-venta de dólares para el lunes y el martes.
Las tasas de Lebac en el circuito secundario mantuvieron sus rendimientos operándose la de 26 días al 44%.
En el Rofex, donde se negociaron U$S 1.347 millones, casi el 42% se pactó entre agosto y septiembre con precios finales de $ 30,85 y $ 31,73 respectivamente con tasas al cierre de -8,44% y 26,82% TNA. Las tasas bajaron dado que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) volvió a operar en los futuros. Los plazos subieron un promedio de 25 centavos.
“El mercado se está cubriendo con operaciones a futuro de dólar (NDF) Rofex, con el volumen más alto del mes pactado, donde hasta ahora existe un saldo de I.A. de $ 1.600 millones para agosto y $ 722 millones para septiembre, siendo diciembre un saldo acumulado de $ 634 millones”, destacó el analista Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios.
En el mercado informal, el blue operó estable a $ 30,95. El “contado con liqui”, por su parte, subió 24 centavos a $ 30,56. Por último, las reservas del Banco Central aumentaron U$S 6 millones hasta alcanzar los U$S 55.081 millones.
En detalle, en cuanto al dólar, el ex presidente del Banco Nación y economista Carlos Melconian fue enfático esta semana en una charla en público: “el tipo de cambio tiene que ser tal que la tía no compre más dólares y que el cadete no se vaya a Itaparica o South Beach. Ese es otro tipo de cambio que no es el de $ 30”.
Al respecto, el economista José Luis Espert advirtió que si el valor del dólar sigue escalando, ”va a terminar subiendo un 80% respecto al año pasado”, por lo que estima que puede llegar a situarse en $34 a fin de año.
Voces en la City
Defensas bajas.- “Uno de los grandes problemas que tiene el país es que su sistema financiero es muy pequeño, lo que no le permite contar con recursos en el mercado de capitales local para afrontar necesidades de financiamiento. Entonces cuando quieren vender esos activos emergentes sobre todos los argentinos a los argentinos se encuentran con que los argentinos tampoco los compran. El resultado es que el dólar empieza a subir en Argentina porque lo que están vendiendo son activos en pesos. Somos un país con las defensas bajas; cualquier enfermedad que anda dando vueltas, te pega”. (Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres)
Una inflación del 40%.- “En 2018, año de gran devaluación, no descartaría que la inflación llegue a tocar el 40% que alcanzó en 2016 y 2014, con un piso en 35%. La meta del 32% de inflación anual acumulada a agosto de este año, que cerró el Gobierno con el FMI en el marco del acuerdo stand by por U$S 50.000 millones, va a haber que discutirla porque implica un incumplimiento de lo previamente acordado. Mi sensación es que cuando el Indec informe la inflación de agosto acumulada en los últimos doce meses, la misma va a estar arriba del 32%. De manera que el Gobierno va a necesitar ir al Fondo a negociar cómo corregir esa desviación del acuerdo”. (José Luis Espert, economista)
Vamos hacia una nueva crisis.- “Lo más grave es que no hay luz al final del túnel. Empieza a transformarse en certeza que vamos hacia una nueva crisis, de esas que nos tiene acostumbrados la historia económica argentina: como en el default de 1982, o como el que nos llevó a la hiperinflación de 1989, o como el más cercano en el tiempo de 2001. Así lo anticipan la trepada del riesgo país, el aumento de los CDS, el derrumbe de los bonos argentinos, las corridas contra el peso. La política económica de Macri terminó entregando el comando de las decisiones al FMI, y ni aun así puede garantizar no terminar en una catástrofe. (José Castillo, economista)