Ante el rechazo al segundo pedido de detención de los policías Mauro Díaz Cáceres y Nicolás González Montes de Oca, acusados del crimen de Facundo Ferreira, la fiscal Adriana Giannoni solicitó la prisión preventiva de los uniformados.
El miércoles pasado, la fiscal había pedido por segunda vez la detención de los acusados, pero el juez Facundo Maggio no hizo lugar al planteo, tal como había hecho antes su par Víctor Manuel Rougés, que era el magistrado natural de la causa.
El niño de 12 años perdió la vida al recibir un disparo en la nuca en la madrugada del 8 de marzo en la zona de El Bajo. Los policías aseguraron que la muerte se había producido en un enfrentamiento. Con el transcurso de los meses, y después de haber recibido los resultados de varias pericias, la fiscala acusó de un homicidio a los uniformados.
El segundo pedido de detención se basó en un hecho que derivó en la muerte del perro de la familia de Facundo. La noche del jueves 9, en el barrio Juan XXIII (“La Bombilla”), personal del servicio 911 ingresó por un supuesto hecho delictivo (nunca informó cuál) y disparó contra la vivienda donde residía la víctima del homicidio. También detuvieron a un adolescente que actuó de testigo en la causa, y mataron al perro de Facundo.
Las pericias sobre el cuerpo del perro para determinar si había sido víctima de disparos no se pudieron realizar, ya que los médicos forenses del Poder Judicial y de la Policía dijeron que no estaban capacitados para hacerlo. Tampoco se pudo recurrir a un veterinario por falta de presupuesto. La fiscala también basó su pedido en las anteriores denuncias que realizó la familia en contra de familiares, allegados y compañeros de los acusados por haberlos amenazado.