“Estamos tristes. La comunidad religiosa de San Francisco está dolida por esta situación; todavía seguimos dando misa en la capilla, pero es un área pequeña, donde entran 40 o 50 personas. Y el domingo no sé cómo vamos a hacer, tal vez tengamos que dar misa en la plaza Independencia”. Así se expresó ayer el sacerdote Fernando Lapierre al ser consultado por LA GACETA sobre la clausura del templo de San Francisco, a raíz de la caída de revoque desde la fachada del edificio.
En forma paralela, ayer se hicieron gestiones tanto en Tucumán como en Buenos Aires. Por un lado, la directora de Patrimonio de la Provincia, la arquitecta Mercedes Aguirre, se reunió ayer con autoridades de la congregación de San Francisco y con representantes del Ente Tucumán Turismo, y explicó que todavía no se puede calcular el costo de las reparaciones del templo, porque antes son necesarias evaluaciones técnicas con especialistas.
Además se reunió con técnicos de la Dirección de Catastro de la Municipalidad de la capital, luego de lo cual explicó: “se clausuró un sector por precaución, pero ahora hay que hacer el trabajo de precisión para determinar el estado de la estructura edilicia”.
La funcionaria advirtió también que la situación generada en el templo de San Francisco es un llamado de atención respecto de otros edificios religiosos. “Esto nos servirá para tener un lineamiento, en adelante, sobre las demás iglesias que están en el casco histórico de la ciudad -remarcó -; por eso voy a promover más reuniones con las autoridades religiosas a los fines de analizar y evaluar cada caso”.
Aguirre admitió que tras el derrumbe del ex cine Parravicini hay más sensibilidad en la gente respecto de las construcciones añejas.
“Ningún tucumano puede imaginar la ciudad sin los templos que están en el casco histórico; son edificios emblemáticos y a los que la gente les tomó mucho cariño, más allá de la cuestión religiosa”, resaltó.
Relevamiento
En Buenos Aires, la senadora por Tucumán Silvia Elías de Pérez se reunió ayer, antes del mediodía, con los representantes de Planificación Territorial y Coordinación de Obra Pública (Fernando Álvarez Celis) y de la Comisión Nacional de Monumentos (Laura Weber).
“Expusimos la urgencia de la situación, porque la iglesia de San Francisco es una de las joyas que tiene Tucumán -dijo Elías de Pérez-. Mañana (por hoy) se contactarán con el arquitecto Andrés Nicolini, que dirige las obras en Tucumán, para hacer urgente el diagnóstico, determinar qué se necesita y garantizar que la estructura esté segura y no tengamos ningún tipo de riesgo”, precisó.
La senadora nacional explicó que hay un convenio entre la Comisión de Monumentos y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), de manera que será este organismo el que dispondrá cuál es el personal idóneo para efectuar la evaluación. Dijo también que los expertos del INTI realizarán una especie de tomografía del edificio para determinar las obras que son urgentes y las que quedaron pendientes de la etapa anterior.
Justamente sobre este punto renegaba ayer el fraile Lapierre mientras caminaba los pasillos de la iglesia. “Me pregunto por qué se frenó la obra, si venía bien. Se hicieron la primera y la segunda etapa (se refiere a la renovación del templo que arrancó hace varios años, pero que está parada); ¿por qué se frenó la tercera? -inquirió el religioso-; ¿por qué no se siguieron moviendo de Arquitectura de la Nación? Esa es la gran pregunta, y no fue por problemas económicos, dado que ya estaba asignado el presupuesto; la tercera etapa se frenó en 2014. Hace cuatro años, por lo menos, que no se hace nada, ni mantenimiento, y eso era parte del convenio para declararlo patrimonio histórico”.