Barrio Sur se volvió zamba, bombo y pañuelos al viento

Barrio Sur se volvió zamba, bombo y pañuelos al viento

Por tercer año consecutivo, el encuentro folclórico fue una fiesta que unió las plazas Belgrano y San Martín. Recordando a “don Ata”

21 Agosto 2018

En Tucumán, en el amor, en la juventud. En un bailecito improvisado debajo de un sauce. En los lapachos, que ya están floreciendo. En Atahualpa, en un pañuelo. En el cerro y en un fogón. En la seda que quiere acariciar el corazón de una mujer.

En todo eso piensan los tucumanos cuando le nombran la zamba. Y ayer no solo la nombraron y la cantaron mil veces, le rindieron honores y volvieron a enamorarse del más tucumano de los ritmos folclóricos.

Ayer fue la tercera edición del “Paseo de la zamba”, un encuentro anual que instaló la Municipalidad capitalina para celebrar la música que más identifica a nuestra provincia. Cantantes de folclore, academias de danza, chicos y grandes que acercaron sólo con un pañuelo se juntaron en la plaza Belgrano y caminaron hasta la plaza San Martín siguiendo los pasos de una zamba.

Pero antes de llegar al escenario central, hubo cuatro estaciones por calle Lavalle. “La Zamba del Grillo”, de Atahualpa Yupanqui, fue la primera parada, en la esquina de Alberdi. De los cerros tucumanos me llevaron los caminos / Y me trajeron de vuelta sentires que nunca se harán olvido / Y me trajeron de vuelta sentires que nunca se harán olvido. Los pañuelos se elevaron con la primera estrofa y los cantores se peleaban por agarrar el micrófono. Los pasos coordinados y medidos de los bailarines de las academias tradicionalistas convivían con los bosquejos de danza de los bailarines aficionados. Barrio Sur estaba lleno de bombos, ponchos y pañuelos en el aire.

Segunda estación: “Nostalgias Tucumanas”, también de “don Ata”. “Yupanqui solía decir que la zamba es el más tucumano de los ritmos, y por eso lo llevaba en su guitarra por los cerros y por el mundo. Tucumán es zamba”, arengaba el animador emulando los recitados de los festivales tradicionalistas. Noches de Tucumán / luna la de Tafí / Quién pudiera volverse / para los cerros, ¡ ay, ay de mí ! / Zambas para bailar / arpa, bombo y violín / recuerdos y esperanzas / en los pañuelos, ¡ ay, ay de mí !

Mercedes Sosa fue evocada en la esquina de calle Jujuy, con la zamba “Al Jardín De La República”. La cuarta y última estación antes de llegar al escenario fue en la esquina de Lavalle y Ayacucho. Como no podía ser de otro modo, “Luna tucumana” fue la zamba elegida para bailar. Los cantores tuvieron que repetir la última estrofa por el pedido fervoroso del público.

ENTRE LA FE Y LAS TRADICIONES. La Virgen de la Merced fue la invitada de lujo al tercer Paseo de la Zamba ENTRE LA FE Y LAS TRADICIONES. La Virgen de la Merced fue la invitada de lujo al tercer Paseo de la Zamba

Recuerdos

“Me alegra el día escuchar una zamba. Me recuerda a mis mejores momentos, a la juventud, a los festejos en los patios de las casas, con todos los vecinos y celebraciones que duraban el día entero”. “Para mí la zamba es seducción, es cortejo. Y es Tucumán”. Mario Quintana y Elsa Borquez llevan 27 años juntos, viven en Las Talitas y desde la primera edición de este encuentro se tomaron el colectivo para celebrar el ritmo que los hace acordar a su infancia.

PERCUSIONES. Alumnos del profesor Rubén Suasnabar llevaron su repertorio de música latinoamericana al encuentro PERCUSIONES. Alumnos del profesor Rubén Suasnabar llevaron su repertorio de música latinoamericana al encuentro

Y si se habla de recuerdos y de zambas, en el escenario principal hubo una sorpresa que desató la ovación. Perdido entre el público se encontraba Roberto Pérez Manucci, un ex Tucu Tucu que se plegó a este evento que la Municipalidad quiere volver tradición. “Esa zamba que cada uno de ustedes lleva adentro, nosotros, ‘los Tucu’, la llevamos por todo el mundo”, destacó el músico. Ahí comenzó una nueva ronda de pañuelos y de zambas que culminó al anochecer.

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