Caso Lebbos: surgen más dudas sobre las pruebas genéticas realizadas

Caso Lebbos: surgen más dudas sobre las pruebas genéticas realizadas

Caso Lebbos: surgen más dudas sobre las pruebas genéticas realizadas
16 Agosto 2018

Los registros genéticos y el relato de Sara Cristina Daives, la bioquímica que estaba a cargo del Laboratorio de Toxicología del Cuerpo Médico Forense y Morgue Judicial en 2006, volvieron a tender un manto de dudas respecto de la preservación de pruebas recogidas del cuerpo de Paulina Lebbos.

El martes, la profesional se diferenció de su par, Lilia Moyano, señalada como la responsable de la recolección de las muestras del caso, al menos, hasta 2007. “Luego yo me hice cargo de los elementos”, afirmó la especialista ante el Tribunal del juicio oral y público. “Ella no recogía muestras biológicas. No sé por qué lo hizo esa vez”, expresó también la ex titular del Laboratorio.

Daives continuó declarando ayer ante los jueces de la Sala III, integrada por Carlos Caramuti (presidente), Dante Ibáñez y Rafael Macoritto. En esa jornada afirmó que no sabía por qué se había optado por realizar las pruebas de ADN mitocondrial en 2013 en el laboratorio San Martín de la Policía bonaerense, cuando fueron aconsejados en 2006 y en 2013 otros centros genéticos, como el laboratorio del investigador del Conicet, Daniel Corach; el Primer Centro Argentino de Inmunogenética de la Fundación Favaloro (Pricai); y el Centro de Excelencia en Productos y Procesos (Ceprocor-Córdoba). Inclusive, en ese momento, existía un convenio con la unidad de análisis de ADN nuclear de Gustavo Penacino.

“Cuando había que hacer una contraprueba, me preguntaban dónde podría ser. Contesté que en lo de Corach y en el Pricai. Siempre he aconsejado laboratorios que conocía. El laboratorio San Martín es medianamente conocido, pero no tiene la jerarquía de los otros. No tengo idea quién pudo haber recomendado ese centro”, comentó Daives, quien también había recomendado el Banco Nacional de Datos Genéticos.

En 2013, el laboratorio del investigador Corach realizó un segundo estudio de ADN mitocondrial, tras las primeras contrapruebas del centro San Martín sobre pelos que habían sido recogidos en Tapia y denotaban dudas. “En su conclusión, Corach indicó que esas muestras dubitadas no siguieron los pasos debidos Y en las recomendaciones, el doctor Corach dijo que necesitaba nuevas muestras mitocondrial femenino (por Paulina)”, había remarcado el fiscal Carlos Sale el martes. El funcionario judicial hizo hincapié en que existían dudas si los “pelos encontrados dubitados estaban efectivamente contaminados antes o si en el estudio del San Martín para verificar el ADN mitocondrial se procedió de manera incorrecta, lo que produjo que algo químicamente no coincida y afecte la muestra”.

Según se supo extraoficialmente, la muestra de pelo dañada o que ya no puede ser sometida a un examen, correspondería al filamento hallado en una de las manos de Paulina.

El ADN mitocondrial se hereda exclusivamente por vía materna y es útil para el rastreo de una línea genética. Ello permite ir más allá del ADN personal y establecer un patrón. “Si las muestras están bien conservadas, pueden durar 10, 20 años. El problema es cuando las muestras por sí mismas vienen contaminadas. Eso pudo ser el problema. Cuanto antes se las procese es mejor. Pero se puede obtener resultados tranquilamente de ellas”, agregó Daives.

Semanas atrás, Moyano enfatizó en la audiencia que en 2013 había planteado a la Fiscalía la existencia de restos de pelos que podían ser analizados. En ese momento, Carlos Albaca estaba a cargo de la causa. La bioquímica había propuesto, además, realizar exámenes de ADN mitocondrial en el San Martín.

En ese marco, la querella consultó respecto de la conservación de unas pruebas, en especial, de las larvas recolectadas del cuerpo. Moyano afirmó ante el Tribunal que habían sido “decomisadas” (evidencias destruidas), ya que ningún fiscal había solicitado un estudio.

Galería 22 fotos Con los votos positivos de los jueces Carlos Caramuti (presidente) y Rafael Macoritto (Dante Ibáñez votó en contra), el tribunal decidió otorgarle el permiso especial al imputado Hugo Sánchez para asistir al cumpleaños de su hija, aunque deberá cumplir algunos requisitos. Sólo podrá estar cuatro horas, custodiado por la Policía Federal y bajo una caución de $100.000. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Benjamín Antonio Castro fue el médico legista que examinó el cuerpo sin vida de Paulina Lebbos. “El cadáver ya estaba arriba, a la orilla de la cinta asfáltica, cuando arribé. Ya lo habían movido. Ya estaba la doctora (Lilia) Moyano, quien era la jefa en ese momento. En el primer día no sé si se hizo (la preservación del sitio). No pregunté. Directamente, fui a ver el cuerpo cuando llegué. Luego me dijeron (por un policía) que se suspendían las tareas por orden del fiscal. No sé si trabajó el fotógrafo y el planimetrista (forense)”, enfatizó. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Hugo Sánchez, ex jefe de La Policía de Tucumán, acusado de encubrimiento agravado en el crimen de Paulina Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Rita Isabel Luna Urrejola es la médica formó parte del equipo forense que concretó la autopsia sobre los restos de Paulina. Sobre la decisión de realizar la autopsia al aire libre, la médica dijo: “era una cosa apropiada donde se hacia la autopsia en estado de putrefacción”. Pero reconoció, con menor consideración, que el cuerpo se pudo haber contaminado al hacerlo así. “El hueso hioides estaba intacto. En caso de asfixia por ahorcamiento, se puede fracturar a veces, a la izquierda o a la derecha. En este caso, no lo observamos, por eso no lo detallamos en la autopsia”, señaló. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El ex subjefe de La Policía de Tucumán, Nicolás Barrera, escucha al abogado defensor Alejandro García Biagosch. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El médico Ramón Toloza, contó detalles de la autopsia, ya que participó en ella como perito de parte de la familia Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Hugo Sánchez, ex jefe de La Policía de Tucumán, acusado de encubrimiento agravado en el crimen de Paulina Lebbos, escucha las declaraciones de los forenses que participaron de la autopsia. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Alberto Lebbos, padre de Paulina, salió de la sala de audiencias al escuchar las primeras descripciones de Ramón Toloza, respecto de la autopsia realizada sobre el cuerpo de la joven. No ha sido la primera vez que el querellante se retira del lugar, teniendo en cuenta la vinculación del testigo del momento con el examen médico. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El ex subjefe de La Policía de Tucumán, Nicolás Barrera, acusado de encubrimiento agravado en el crimen de Paulina Lebbos, conversa con el abogado defensor, Cergio Morfil. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los registros genéticos y el relato de Sara Cristina Daives, la bioquímica que estaba a cargo del Laboratorio de Toxicología del Cuerpo Médico Forense y Morgue Judicial en 2006, volvieron a tender un manto de dudas respecto de la preservación de pruebas recogidas del cuerpo de Paulina Lebbos. La profesional se diferenció de su par, Lilia Moyano, señalada como la responsable de la recolección de las muestras del caso, al menos, hasta 2007. “Luego yo me hice cargo de los elementos. Ella no recogía muestras biológicas. No sé por qué lo hizo esa vez”. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Daives declaró ante los jueces de la Sala III, integrada por Carlos Caramuti (presidente), Dante Ibáñez y Rafael Macoritto. Afirmó que no sabía por qué se había optado por realizar las pruebas de ADN mitocondrial en 2013 en el laboratorio San Martín de la Policía bonaerense, cuando fueron aconsejados en 2006 y en 2013 otros centros genéticos, como el laboratorio del investigador del Conicet, Daniel Corach; el Primer Centro Argentino de Inmunogenética de la Fundación Favaloro (Pricai); y el Centro de Excelencia en Productos y Procesos (Ceprocor-Córdoba). Inclusive, en ese momento, existía un convenio con la unidad de análisis de ADN nuclear de Gustavo Penacino. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los abogados querellantes Emilio Mrad y Roberto Tejerizo. “No nos olvidemos que ésta querella no pudo ver el expediente durante 7 años. Hubo una lucha sin cuartel para volver a lograr el rol de querellante. El fiscal Albaca llegó hasta la Corte Suprema de Justicia de La Provincia para sacarnos el rol de querellantes. No tengo la menor duda de la tarea de encubrimiento que desarrollaron todas las personas que están siendo acusadas en esta sala de audiencia y que Albaca es la persona que permitió que durante años no se hagan las pruebas que se deberían hacer” manifestó Mrad. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Roberto Luis Gómez, único acusado por el homicidio de Paulina Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El abogado defensor Alejandro García Biagosch conversa con el imputado Eduardo Di Lella, momentos antes del inicio de la audiencia. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Alberto Lebbos junto al abogado querellante Emilio Mrad. “ Ésta causa llega a juicio por la valentía que tuvieron en el Ministerio de Justicia de La Nación y la valentía del señor Lebbos, durante todos los años de luchar que se esclarezca éste hecho” expresó el letrado. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El acusado de encubrimiento agravado y ex jefe de la Unidad Regional Norte, Héctor Brito, conversa con su abogado Cergio Morfil. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los imputados y ex policías Héctor Brito y Hugo Rodríguez, durante un cuarto intermedio en la audiencia. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El ex jefe de Policía acusado de encubrimiento agravado, Hugo Sánchez, quien se encuentra con prisión preventiva, cautelar resuelta por la Sala III por posible intimidación sobre el testigo Fernando Vázquez Carranza, solicitó mediante su defensor, quien argumentó “cuestiones humanitarias” y de Derechos Humanos, sin custodia de la Policía Federal Argentina, pasar 24 horas en la vivienda familiar, desde el próximo sábado, a las 10, hasta el domingo al mismo horario, por la celebración de cumpleaños de su hija, Denisse Sánchez. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Gustavo Morales, abogado defensor del ex secretario de Seguridad de La Provincia, Eduardo Di Lella, conversa con sus colegas. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Terminaron de declarar los psicólogos integrantes del Gabinete Psicosocial del Poder Judicial de Tucumán que entrevistaron a los acusados antes del inicio del proceso. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El ex secretario de Seguridad de La Provincia durante el gobierno de José Alperovich, Eduardo Di Lella, acusado de encubrimiento agravado en el crimen de Paulina Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los ex policías Nicolás Barrera y Hugo Sánchez al finalizar las audiencias de ésta semana. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
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