14 Agosto 2018
BUENA ONDA. Néstor Pitana recibió a LG Deportiva en el hotel donde se alojó durante su estadía en la capital tucumana. la gaceta / foto de franco vera
Pasaron 11 años desde aquel debut, cuando en 2007 arbitró un Colón-Rosario Central hasta que dirigió la final del Mundo en Rusia, entre Francia y Croacia. Se inició como jugador; un “9” de área. Pero a los 25 años colgó los botines para dedicarse a enseñar educación física. Esporádicamente también jugó al básquet y tuvo sus segundos de gloria en la pantalla grande, cuando representó a un guardiacarcel en la película La furia. Hasta que el arbitraje lo atrapó y comenzó a darle forma a una carrera que le permitió representar al país en dos mundiales. Horas antes de que dirigir el partido entre Atlético y Racing, el misionero Néstor Pitana (43 años) dialogó con LG Deportiva.
“Los tucumanos son apasionados y seguidores. Los felicito por este momento. Disfruten. No es sencillo tener dos clubes en la Superliga”, señaló Pitana, quien volvió a la provincia después de nueve años. No dirigía desde el partido que Atlético le ganó a Boca, 2 a 0, en septiembre de 2009,
- ¿Podría decirse que fue campeón del mundo?
- Al escuchar esas palabras se me eriza la piel. Uno proyecta su carrera con objetivos a corto, a mediano o a largo plazo. Dentro de esos objetivos hay sueños. Y uno de estos era llegar a dirigir la final de la Copa del mundo. Mi deseo personal se contrapone con el colectivo. Los argentinos quieren que la Selección juegue la final. Por mí que Argentina salga campeón todos los mundiales. Pero en este en particular, el equipo quedó eliminado en octavos y sabía que ese sueño se podía hacer realidad.
- ¿Qué sintió al ser designado?
- Pensé en mi familia: en mi madre, mi mujer, mis dos hijos. En los mis amigos que están en la derrota y en los triunfos. Nos abrazamos con Hernán Maidana, con Juan Pablo Belatti y con Mauro Vigliano por unos 30 minutos.Era un desafío enorme y tuvimos un desempeño acorde a una final. Más felices no podemos estar.
- ¿Recibió una propuesta para ir a trabajar a Qatar?
- Después de dirigir esta final hubo varias propuestas. Pero mi objetivo es tratar de dar lo mejor en cada presentación. Obviamente ir allá sería un gran paso en mi vida profesional. Pero tengo muchas ganas de seguir dirigiendo, todavía me gusta sentir el olor a pasto, estar con los colegas a la hora del partido, colocarme la indumentaria, acomodar las tarjetas; me apasiona. Lo hablé con mi familia y decidí seguir dirigiendo en el país. Hay que estar tranquilo y disfrutar el momento.
- Fue futbolista. ¿Se siente frustrado?
- Jugaba de “9”. Estuve en Guaraní Antonio Franco, en Mandiyú. Con Tigre, de Misiones, jugué en el Federal B. Me retiré a los 25 años. En ese momento había terminado la carrera de Educación Física y entonces opté por ser árbitro. Un correntino, Ángel Méndez, me dijo que tenía condiciones para dirigir. Le dije que no me interesaba, pero insistió y me convenció. Hice el curso en la Liga Correntina y, luego, en la Liga Posadeña. Ahí comencé la carrera: del Federal C hasta llegar a Primera división.
- ¿Sigue trabajando como profesor de educación física?
- No puedo. Ahora no paro de viajar. Vivir en Posadas me exige un sacrificio muy grande, pero no cambio por nada mi lugar. Cuando uno nació y creció en el interior es difícil dejarlo. El miércoles dirigí Flamengo-Cruzeiro, en Río de Janeiro, por Copa Libertadores, y Ahora estoy acá. Soy árbitro internacional desde el 2010. Y espero seguir por este camino. Hoy los árbitros sudamericanos están siendo muy bien valorados. La FIFA está dando más posibilidades .- ¿Llegó a dirigirlo Carlos Roldán en Guaraní Antonio Franco?
- No. Él era técnico del plantel que jugaba el Argentino A y yo integraba el de la Liga misionera. A veces compartíamos entrenamiento, pero no era mi DT.
- ¿Cómo ve el arbitraje del país?
- El fútbol argentino dio excelentes árbitros. Aquí hay una competencia exigente y compleja. Tenemos que prepararnos para eso.
- ¿Qué opina del VAR?
- El balance de su uso en el Mundial es muy positivo. El sistema se aplicó con eficacia. Fue un mundial prácticamente sin tarjetas rojas. El comportamiento de los jugadores fue muy correcto.
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