El intendente, Germán Alfaro (Cambiemos), rechazará el límite de la oposición para pedir auxilio financiero. Los concejales opositores al municipio habían derogado en la última sesión, hace una semana, una ordenanza aprobada en 2015 que libraba al intendente de solicitar permiso al cuerpo vecinal para tomar deuda ante alguna contingencia. “El Ejecutivo Municipal no debe ser privado de una herramienta esencial para la administración para, cuando los acontecimientos económicos requieran, dar una respuesta inmediata. Debemos mantener esa ordenanza vigente, por lo que la solución es obviamente el veto”, aseguró a LA GACETA el secretario de Gobierno, Walter Berarducci.
El funcionario de Alfaro no escatimó críticas contra los concejales de la oposición, a quienes acusó de ser comandados por el gobernador y el vice Juan Manzur y Osvaldo Jaldo, para perjudicar la gestión en la capital. “En el municipio tenemos 10 concejales que responden directamente a Manzur y Jaldo, intentando sacar herramientas al Departamento Ejecutivo, para entorpecer la gestión. En un momento en el cual los dineros son escasos, la recaudaciones se van reduciendo y los gastos en servicios crecen, sacarle una herramienta como la toma de crédito, y dictada por esta misma conformación del Concejo hace dos años y medio, es sorprendente”, aseguró Berarducci. Y agregó: “están enceguecidos en intentar perjudicar al intendente, pero no dañan a una administración sino a los vecinos”.
En la sesión de la semana pasada, con los votos de los bloques Tucumán Crece-PJ, Fuerza Republicana y Restauración Peronista, el Concejo derogó la ordenanza 4.780/2015. La norma había sido aprobada en la primera sesión de la nueva conformación del cuerpo, en noviembre de 2015, gracias a los votos de la bancada Acuerdo para el Bicentenario-Cambiemos y a que el bloque Tucumán Crece-PJ había levantado a las concejalas Dolores Medina y Graciela Suárez de Cano, por un acuerdo político, para que el alfarismo reuniera los votos. La medida se había definido tras una reunión entre Manzur y Alfaro porque el peronismo no daba quórum para sesionar. Luego de dos años y medio de la aprobación, y pese a que la Intendencia sólo pidió un préstamo por $ 20 millones a la Provincia -ya lo devolvió-, la oposición derogó la norma. “No fuimos comunicados formalmente de la sanción de la derogación, pero consideramos que el Municipio no puede ser privado de la herramienta del crédito”, justificó Berarducci. “Esto prueba el alineamiento político que tienen todos los concejales del Frente para la Victoria con los del bussismo, tras Manzur y Jaldo. Tienen un interés económico y es que el Concejo maneje más fondos, cuando de por sí los $ 318 millones de presupuesto anual son puramente para gasto político y nos parecen excesivos”, arremetió.
El secretario de Gobierno municipal profundizó su crítica a los concejales opositores y les pidió que mejoren su tarea. “Lo que pasa es que no tienen contracción por el trabajo. Y se nota. La derogación es parte de lo que siempre buscaron Jaldo, Manzur y José Alperovich: condicionar a los intendentes económicamente, para condicionar políticamente. Por eso queremos mantener estas herramientas”, insistió.
En la última sesión la oposición aprobó también una modificación a la ordenanza de Contabilidad (570/80), que extendió el plazo del Concejo para aprobar en sesión la Cuenta de Inversión antes que quede aprobado de manera ficta. Tras la modificación, los concejales tienen dos años más para tratar el informe de gastos del municipio antes de que se establezca su aprobación de hecho, como marca la normativa.
“Más que ampliar los plazos de las ordenanzas, porque para tratar la Cuenta de Inversión tienen al menos seis meses por año, que se dediquen a trabajar como mandan las normas. No tienen contracción al trabajo”, finalizó Berarducci.