Luciendo un ambo gris, una camisa blanca y una corbata lila, Julio César Trayán se sentó hoy en el banquillo de los acusados. Es el único de los siete imputados que se vistió de manera elegante en el juicio que se impulsa contra los integrantes de una organización acusada de traslado, acopio, procesamiento, distribución y comercialización de drogas.
Los siete imputados se sentaron frente al tribunal integrado por Gabriel Eduardo Casas, Enrique Ignacio Jiménez Montilla y Federico Bothamley. Trayán se destacó hoy en la sala por su vestimenta, y tiempo atrás porque se conoció que trabajaba para el legislador oficialista Santiago "Cacho" Cano.
La organización fue desarticulada en 2016 por una investigación que se originó en Córdoba y tuvo aristas en Santa Fe y Santiago del Estero, pero finalmente se unificaron todas las causas en esta provincia.
Pese a que no se incautaron drogas en los numerosos allanamientos que se realizaron, el fiscal federal Pablo Camuña encontró evidencia suficiente para pedir su procesamiento. Antes de que se realizaran estas medidas, en tierra santiagueña dos integrantes fueron arrestados con poco más de 80 kilos de marihuana.
A Ricardo Gustavo García se lo acusa de ser el líder de la organización. Detrás de él, en el esquema de la organización aparecía, su hermano Walter. En un escalón inferior se ubican Daniel Eduardo García y Trayán, mientras que Carlos José Casuso y Jorge Andrés Saucedo están acusados de tenencia de elementos y materias primas para producir y fabricar estupefacientes con fines de comercialización.
También será enjuiciado Juan Carlos Straatman, que era uno de los proveedores de la organización. Este acusado tendrá defensor público. Las audiencias se desarrollarán en doble turno, los jueves y viernes durante todo este mes.