04 Agosto 2018
PRÁCTICOS. Los revestimientos vinílicos y acrílicos comparten la característica de ser fáciles de colocar y de mantener.
Los revestimientos interiores y exteriores no escapan a la tendencia de simplificar y abaratar costos, sin por ello resignar calidad y sentido estético.
“En el caso de los pisos, una de las alternativas que mejor cumple con ese equilibrio es el vinílico”, sostiene Alejandro Comotti, de Tika Deco & Arq (YB). La primera característica de este tipo de superficie es que se presenta en forma de rollos, láminas o baldosas de instalación muy sencilla, por lo que -con un poco de paciencia- cualquier persona puede colocarlos.
Dado que se trata de un revestimiento impermeable, resulta una opción ideal para ambientes donde suele haber humedad, como cocinas y baños. “Por eso mismo también resultan muy fáciles de limpiar. No es necesario echar agua; con una mopa humedecida es suficiente. Eso te permite ahorrar un montón de tiempo, que podés dedicarlo a otras actividades”, resalta Ana Salvattori, de Salvattori Revestimientos (YB).
Los pisos vinílicos presentan una gran variedad de diseños: símil madera, piedra o cerámico, así como motivos modernos, infantiles o colores lisos.
Por fuera
Tratándose de exteriores, una de las opciones de revestimiento más recomendadas actualmente son los acrílicos. Se pueden aplicar directamente sobre el revoque grueso, reemplazando al revoque fino y a la pintura en una sola aplicación (vienen de diferentes colores), disimulando imperfecciones y posibilitando economía de materiales y mano de obra.
“Una de las características más atractivas de este tipo de material es que, una vez colocado, ofrece una garantía de 10 años. Y su costo de mantenimiento y restauración es bajo”, detalla Salvattori. Aunque se trata en principio de un revestimiento utilizado para exteriores, también es una muy buena opción para reciclar muros interiores de superficie irregular y diseñar paredes con diferentes colores y texturas.
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