Ayer no hubo dictamen en el plenario de comisiones del Senado, de manera que la próxima semana será tratado en el recinto el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo con media sanción tal como llegó de Diputados, sin modificaciones.
Los senadores que apoyan el aborto legal no alcanzaron a reunir la mayoría de firmas en el plenario de comisiones, donde finalmente no se llegó a un dictamen: necesitaban 27 voluntades y obtuvieron sólo 26.
En el encuentro prevalecieron las discusiones fuertes e interpretaciones sobre el reglamento, y los que están en contra de la ley se negaron a suscribir un despacho. Entonces, los “verdes” intentaron imponerse, pero les faltó una sola firma para lograr su cometido.
El senador peronista Miguel Pichetto había pedido que el tratamiento se dé sobre la base de lo que señala el artículo 180 del reglamento, y que habilita a los senadores a sacar un dictamen con modificaciones si tienen la mitad más uno del conjunto de las tres comisiones, número de firmas que tienen asegurado.
Sin embargo, los senadores “pro-vida”, liderados por el senador del PRO Federico Pinedo, advirtieron que no era válido que el tratamiento sea sobre la base de ese artículo, ya que lo que rige el debate en el plenario es el artículo 105 del reglamento, que indica que se necesita la mitad más uno de cada una de las comisiones.
Del total de firmas (53), los legisladores a favor del proyecto reunieron 26: nueve en la Comisión de Salud, ocho en Justicia y Asuntos Penales, y nueve en Asuntos Constitucionales. Sin embargo, según la interpretación del propio jefe del bloque Justicialista, se necesitaban 27 adhesiones (la mitad más uno) para el dictamen.
El debate técnico tendrá continuidad en el recinto el próximo miércoles, cuando -en principio- se sometería a votación el proyecto aprobado en la Cámara de Diputados, que no contiene los cambios acordados en el Senado.
Esas modificaciones podrían ser introducidas recién en el debate en particular, artículo por artículo, y si son aceptadas, la iniciativa regresaría en segunda revisión a la Cámara de Diputados.
Enojado por la situación, Pichetto planteó que “la visión política es más importante” que la interpretación reglamentaria y denunció que “detrás de todo esto” había una especulación por parte de los antiabortistas. “Lo que quieren es mantener únicamente el debate sobre la media sanción”, se quejó.
“Nosotros tenemos una manifestación política. Del otro lado, no hay nada”, cuestionó el rionegrino, que se retiró del Salón Illia antes de que finalizara la reunión.
La discusión final
Después de dos horas de discusiones sobre las disposiciones reglamentarias, los senadores a favor del aborto no lograron juntar la cantidad de firmas necesarias y perdieron terreno en la discusión del próximo miércoles.
Un dictamen con modificaciones les hubiese permitido obtener el respaldo de un grupo de legisladores que habían anticipado que sólo acompañarían el proyecto si había cambios con respecto a la iniciativa original. “Firmamos dictamen único que no fue aceptado por interpretaciones reglamentarias”, señaló la cordobesa Laura Rodríguez Machado (a favor de la legalización). Tanto Pichetto como, entre otros, la cristinista Anabel Fernández Sagasti se fueron diciendo que en el recinto plantearán que el dictamen es válido y someterán a votación este tema reglamentario.
Cristina, presente
En un “día negro” para el kirchnerismo por la investigación sobre el presunto traslado de bolsos con dinero provenientes de actos de corrupción (ver página 3), Cristina Fernández de Kirchner ayer se hizo presente en el Senado. De traje marrón claro, la ex presidenta se ubicó en tercera fila, detrás de Esteban Bullrich (PRO), y charló con la pampeana Norma Durango (PJ), sentada a su izquierda. Pero se limitó a firmar el dictamen con modificaciones y se retiró del salón sin pedir la palabra.
En tanto, manifestantes a favor del aborto legal y gratuito se concentraron ayer en los alrededores del Congreso e instalaron carpas para respaldar el proyecto antes de que el 8 se discuta la norma en la Cámara Alta.
Los senadores antiaborto tendrían consolidados 35 votos. Con uno más se aseguran la paridad (hay 72 bancas), lo que llevaría al desempate de la vice Gabriela Michetti, que se reconoce “pro vida”.